El secretario general de Paz y Convivencia, Jonan Fernández, y la directora de Víctimas, Monika Hernando, han anunciado que la próxima semana comenzarán a llamar a las víctimas del terrorismo con el fin de mantener encuentros, en principio, con unas 300 de ellas, dentro del programa Gertu de refuerzo a la atención personalizada a todas las víctimas y para fomentar su participación.
Esta iniciativa se prolongará hasta final de año y, después, se estudiará extenderlo a otras víctimas. El programa Gertu se enmarca dentro del Plan de Paz y Convivencia del Gobierno vasco, que propone una renovación de las políticas desarrolladas en este área, de forma que se atienda a las nuevas necesidades que se plantean en el momento actual.
En rueda de prensa celebrada en Bilbao, Fernández y Hernando han informado de que emprenderán «un diálogo directo, una por una», con todas las familias de víctimas asesinadas por organizaciones terroristas en cualquier lugar, pero que residan en Euskadi, con el fin de poner en marcha, en una segunda fase, un conjunto de actuaciones para mejorar su situación.
Además, se ofrecerá a cada interlocutor la posibilidad de grabar su testimonio para que forme parte del material depositado en el Instituto de la Memoria y Convivencia, con el fin de que, con «voz propia, sean sujetos activos en la memoria».
El programa pretende establecer una metodología de comunicación «cercana» con las familias de las víctimas, con el refuerzo del «trato humano y personal», para lograr el doble objetivo de «escuchar y responder mejor a sus distintas realidades». De esta forma, se les ofrecerá cauces para que participen «activamente en los procesos de construcción de la memoria y convivencia».
Con ello, se pretende lograr una «cercanía» a estas víctimas, posteriormente, se valorará ampliar la iniciativa a otros perfiles de víctimas, tanto «directas como indirectas».
El programa Gertu lo desarrollarán directamente personas del equipo de la Oficina de Víctimas de la Secretaría General de Paz y Convivencia, que contarán con el asesoramiento del Instituto Vasco de Criminología (IVAC), atendiendo a cinco criterios como son «rigor, cercanía, compromiso, empoderamiento y participación».
Para acometerlo, el Gobierno vasco ha tomado en consideración los resultados del estudio cualitativo realizado por el IVAC en 2013 con víctimas indirectas de asesinatos residentes en Euskadi, que detectaba carencias en la atención a las necesidades básicas de estas personas y ponía de relieve «el interés» de muchas de ellas en tener una participación «más directa» en los procesos sociales de construcción de la memoria, a través de sus propios testimonios».
«Trato humano y personal»
Jonan Fernández ha recordado que, ya hace mes y medio, el lehendakari, Iñigo Urkullu, y el portavoz del Gobierno vasco, Josu Erkoreka, anunciaron la creación de 'Gertu', y ha subrayado que, con este programa, se quiere «reforzar el trato humano, personal e informal, y atender, en mayor medida, el plano relacional».
El objetivo es, por una parte, escuchar directamente a las víctimas y responder mejor a su realidad, y por otra, «ofrecer cauces de participación». A su juicio, «en la distancia corta, se puede dar un diálogo afectivo y efectivo».
Asimismo, se pretende «favorecer la relación entre víctimas e instituciones mediante el diálogo y la escucha atentos y directos; responder en todo aquello que sea posible a las necesidades de atención básicas no satisfechas en las familias de víctimas; contribuir a superar procesos de revictimización y a promover el empoderamiento vital de éstas; y mantener y promover las cercanía entre víctima y sociedad, posibilitando su participación en los procesos de construcción social y la convivencia».
En este sentido, ha asegurado que el compromiso del Ejecutivo «se concentrará en crear condiciones de mejora de las situaciones planteadas por las víctimas, sin generar falsas expectativas».
Fernández ha asegurado que creen «en el potencial de las víctimas y en su colaboración en la construcción de soluciones». En este contexto, se evitará «toda forma de paternalismo porque supone un obstáculo» para la superación de su situación y promoverá «la colaboración, la responsabilidad compartida y el empoderamiento vital de las víctimas».
Además, se pretende que la víctima se sienta «partícipe del proceso de normalización de la convivencia», y que, con estos diálogos, se creen «espacios de cooperación en la construcción de la memoria».
Encuentros personales
Por su parte, Monika Hernando ha explicado que Aintzane Ezenarro y Enrique Uribarri, los asesores del área de víctimas del terrorismo, serán las personas que llamen a las víctimas y les ofrezcan encuentros personales, en los que, en ocasiones, estará ella misma presente.
Una educadora social les ayudará en la materialización del programa. Una vez que se realicen estas llamadas y encuentros, se valorará ampliar esta iniciativa a otras víctimas.
Hernando ha destacado que a las víctimas ya se les ha enviado por carta el programa Gertu y se les ha comunicado que se pondrán en contacto con ellas. «Vamos a escuchar, en primera persona, todo lo que nos quieran decir, y vamos a tratar de identificar sus necesidades básicas, sus inquietudes, o cualquier otra cosa que ellos nos quieran trasladar», ha señalado. De esta forma, ha subrayado que se establecerán «prioridades de trabajo que traten de dar respuesta a estas necesidades».
En su opinión, en las cuatro últimas legislaturas se ha hecho un trabajo «importante de apoyo y reconocimiento a las víctimas«, y se pretende continuar con esta labor, «y reforzar, si cabe, la cercanía con las víctimas». De esta forma, se quiere dar respuesta a las reclamaciones de este colectivo de damnificados.
La directora de víctimas ha señalado que, aunque en un principio, tienen pensado llamar a unas 300 familiares de víctimas, es posible que este número aumente porque significará que «el programa está vivo».
Por último, Jonan Fernández también ha recordado que el Gobierno vasco tiene en marcha la elaboración de un informe «sobre la situación de atentados y situaciones no esclarecidas», además de otros ámbitos de actuación para dar respuesta a las diferentes demandas que se detectan.