Al estilo del discurso de Navidad pero con un mensaje sin ambages. Don Juan Carlos se ha despedido de los españoles desde su despacho en el Palacio de la Zarzuela acompañado por dos retratos: uno junto a su hijo Felipe y su nieta Leonor y otro, con su padre el conde de Barcelona.
Con un breve inciso a sus inicios y trayectoria, Don Juan Carlos ha asegurado que una vez habiendo recuperado su forma física y su agenda oficial es la ocasión de dar el paso. “Cuando el pasado enero cumplí 76 años consideré llegado el momento de preparar en unos meses el relevo para dejar paso a quien se encuentra en inmejorables condiciones de asegurar esa estabilidad”, ha explicado durante el mensaje oficial.
Con la expresa necesidad de dejar el relevo a las nuevas generaciones, el Rey ha asegurado que el Príncipe de Asturias “tiene la madurez, la preparación y el sentido de la responsabilidad necesarios para asumir con plenas garantías la jefatura del Estado y abrir una nueva etapa de esperanza en la que se combinen la experiencia adquirida y el impulso de una nueva generación”. «Seguro» de que contará con el apoyo de la princesa Letizia, ha decidido poner fin a su reinado y abdicar la Corona de España.
El discurso, que apenas ha durado cinco minutos, venía precedido por el anuncio de la abdicación del Rey que Mariano Rajoy había hecho a las 10:30 horas desde La Moncloa. “Así acabo de comunicárselo oficialmente esta mañana al presidente del Gobierno”, justificaba el monarca en su mensaje.
Don Juan Carlos también ha hecho mención especial a la crisis y a la brecha ésta ha dejado: “Estos difíciles años nos han permitido hacer un balance autocrítico de nuestros errores y de nuestras limitaciones como sociedad y como contrapeso, también han reavivado la conciencia orgullosa de lo que hemos sabido y sabemos hacer y de lo que hemos sido y somos: una gran nación. Todo ello ha despertado en nosotros un impulso de renovación, de superación, de corregir errores y abrir camino a un futuro decididamente mejor. En la fuerza de ese futuro, una nueva generación reclama con justa causa el papel protagonista, el mismo que correspondió en una coyuntura crucial de nuestra historia a la generación a la que yo pertenezco. Hoy merece pasar a la primera línea una generación más joven, con nuevas energías, decidida a emprender con determinación las transformaciones y reformas que la coyuntura actual está demandado. Y afrontar con renovada intensidad y dedicación los desafíos del mañana”.
Con la confesa intención de contribuir a lograr el bienestar, el progreso y la libertad de todos los españoles, asegura que el Príncipe Felipe encarna la estabilidad que es seña de identidad de la institución monárquica. Para finalizar un agradecimiento a la Reina Sofía, alejada en los últimos años de la vida en Zarzuela: «Su colaboración y generoso apoyo nunca me han faltado».