El expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero ha afirmado este miércoles que la república es discutible, igual que lo es el concepto de nación, pero ha dejado claro que una cosa es el plano de la discusión y otra distinta apostar por «cambiar completamente la Constitución».
En una entrevista en Telecinco, al expresidente le han recordado sus polémicas palabras de 2004 en el Senado cuando afirmó que el concepto de nación es «discutible y discutido» en la ciencia política y éste ha aprovechado para explicarse.
«Solo faltaría que la nación o la república no fuera discutible, claro que es discutible, aquí estamos discutiéndolo, y eso es lo que dije en el Senado, que claro que se discute sobre la nación y hay manuales y ríos de tinta sobre el concepto de nación desde que se formula, a partir del Romanticismo», ha respondido Zapatero. A su juicio, una cosa es que él «discuta, o que se discuta, el concepto de nación española», y otro «plano» distinto es promover las reformas que piden algunos.
Sobre el referéndum propuesto por algunas fuerzas políticas para elegir la forma de Estado, Zapatero ha subrayado que «el pacto constitucional es muy claro» y ha añadido que debatir sobre monarquía o república «ya no es debatir», sino que sería «cambiar completamente la Constitución». «No nos olvidemos de que la monarquía es una monarquía parlamentaria, que la forma de Gobierno que tenemos es un Gobierno parlamentario», ha recalcado.
El expresidente ha animado a aquellos partidos a favor del referéndum –como IU– a que en las próximas elecciones añadan a su programa el deseo de «abrir un proceso constituyente en España», aunque ha advertido que luego tendrán los votos que tengan.
Zapatero ha señalado que el PSOE «no apoyará eso» sino «reformas parciales» de la Constitución porque es «lo sensato» y ha subrayado que no existe precedente de una democracia que abra un proceso constituyente para poner «patas arriba» toda la constitución.
En todo caso sí que ha reconocido que la institución monárquica «debe tener nuevas reglas», más claras «porque no las ha habido», ha indicado, en parte por la tradición.
Sobre la aportación del Príncipe Felipe como próximo monarca de España, Zapatero ha indicado que tiene dos funciones principales. Por un lado, la representación del país, «muy importante en el exterior» y, por otro, «una representación simbólica de lo que es España» que representa «el carácter histórico de un país», ha asegurado.
Consulta soberanista en Cataluña
Preguntado por el papel que el Príncipe puede desarrollar en Cataluña, el expresidente socialista ha manifestado que aunque no puede tener un papel político sí que puede tener «capacidad de diálogo» contribuyendo así a «facilitar el reencuentro».
Además cree que la Constitución «se podría mejorar» para afrontar el problema territorial y ha apuntado que el Título VIII –de la Organización Territorial del Estado– tiene defectos «claros» como las competencias, las garantías o el reconocimiento de una determinada identidad, «especialmente de Cataluña», ha avisado.
Cuestionado sobre si tiene responsabilidad en la actual situación que se vive en Cataluña, Zapatero ha opinado que el origen está en quienes «no se sumaron» a un debate por la reforma del Estatut, «protagonizado por el PP», ha matizado. «Estoy seguro que en estos momentos firmaría –el Partido Popular– no haber hecho ese recurso de inconstitucionalidad y aceptar el Estatuto que salió aprobado por las Cortes porque eso nos hubiera dado un clima de tranquilidad y no estaríamos ahora en el proceso que hemos vivido», ha lamentado.
En cuanto a este recurso, Zapatero ha reprochado al PP que actuara de forma «política» para hacer daño a su gobierno y al PSOE y no buscara el consenso en un tema «tan sensible y tan crucial». En su opinión, el Tribuna Constitucional (TC) sólo dio la razón al PP en partes «concretas» y que otro TC «podría tener un juicio diferente».