La irrupción en España de un nuevo servicio para móviles ha desatado el enfado de los taxistas. El elemento de la discordia es Uber, nacido en Silicon Valley que cuenta con un capital de 1.200 millones de dólares y que opera en 37 países de todo el planeta. A golpe de botón telefónico, la aplicación pone en contacto al usuario con un transporte privado para desplazarse. Es decir, el mismo mecanismo que ofrecen los taxis pero acordando un precio y sin recargo. “Uno puede descargarse la aplicación como conductor y ponerse inmediatamente a trabajar. No compras licencia, no pagas impuestos y no pagas a la seguridad social. No pagas nada y encima recibes compensación económica. Esto es completamente ilegal”, denuncia Jesús Fernández, vicepresidente de la Federación Profesional del Taxi. Por eso, esta organización y la Asociación Gremial de Auto Taxi han decidido convocar un paro de 24 horas para este miércoles.
El gremio de taxistas denuncia que se han visto obligados a convocar una huelga ante la pasividad de la administración, que envuelta en un desorden burocrático no ha tomado medidas específicas para frenar el transporte pirata. Aunque el Ministerio de Fomento anunció este lunes a través de una nota de prensa que las personas y empresas que transporten viajeros por cuenta ajena a cambio de una retribución económica serán sancionados, consideran que no es suficiente puesto que el origen del problema se encuentra en la aplicación. “Uber pone de acuerdo a los usuarios y a las personas que prestan este servicio. No tiene conductores ni coches contratados, por lo tanto, la responsabilidad es del usuario y del que presta el servicio. La aplicación se lava las manos. Tanto el ministerio de Fomento y las consejerías de transporte sí pueden denunciar a los consumidores pero no a la aplicación, eso dependería del ministerio de Economía. El servicio se limita a poner de acuerdo a dos personas y por ello cobra un precio, es un negocio redondo”, critica Fernández.
Aunque en Europa la aplicación ha entrado con fuerza, en nuestro país, por el momento, solo ejerce en Barcelona donde ya hay cuatro personas denunciadas. Aún así, según la Federación Profesional del Taxi la huelga se llevará a cabo a nivel mundial puesto que en algunos países la incursión de Uber ya ha generado grandes pérdidas en el gremio. “En tan solo seis meses en Milán las licencias han bajado un 30% y en facturación un 35%, en un año el taxi podría prácticamente desaparecer. En París está actuando desde hace cinco o seis meses, los compañeros hicieron paros durante cuatro días”, asegura Fernández. Además, Uber cuenta con dos padrinos colosales: la multinacional Google y el fondo de inversiones Goldman Sachs, uno de los principales protagonistas del estallido de la crisis mundial en 2008. “Viene con un patrocinio económico muy importante, tiene valor en bolsa y está amparada por Goldman Sachs y Google. Ha hecho una ampliación de capital hace muy poco”, explica el vicepresidente.
Los taxistas quieren dejar claro que no están en contra de las nuevas aplicaciones que surgen para mejorar el servicio. Aceptan la competencia pero no admiten la rivalidad fuera del marco legal. “Nosotros no somos ni anacrónicos ni locos, simplemente estamos en contra de los servicios ilegales. No nos dan miedo las aplicaciones porque a día de hoy convivimos con muchas, como por ejemplo Mytaxi que también es externa al colectivo y también cotiza en bolsa. Ahí está y no pasa nada. Pero con Uber estamos en desventaja porque no podemos competir”, aclara Fernández.
Por último, también advierten que este tipo de «economía sumergida» pone en peligro la seguridad del usuario. «El consumidor se sube al vehículo sin ningún tipo de garantía porque la aplicación no cumple los requisitos legales. Entre otras cosas, nosostros llevamos libros de reclamaciones, el ayuntamiento sabe quienes somos, tenemos seguro obligatorio en caso de accidente», comenta Fernández que cree que el paro será un éxito.