El presidente del Gobierno, Marino Rajoy, ha inaugurado este miércoles un memorial en recuerdo de los 186 policías nacionales asesinados por ETA en un acto en el que ha reivindicado «la gran causa nacional» que supuso la victoria de la democracia sobre ETA, al tiempo que ha puesto en valor los 40 años de «libertad y cohesión» que ha proporcionado la Constitución de 1978.
«La victoria de la libertad simplifica el papel que ha jugado la Policía en una gran causa nacional: la lucha contra el terror», ha defendido Rajoy, quien además ha tenido unas palabras para elogiar la Constitución española «que ha proporcionado el mayor periodo de libertad y cohesión de la historia de España».
El líder del Ejecutivo, que ha cerrado su intervención con un «viva España y viva el Rey», ha estado acompañado del ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, y del director general de la Policía, Ignacio Cosidó, quienes han coincidido en destacar la derrota policial de la banda terrorista ETA y la contribución a ese objetivo de los 186 policías asesinados.
El acto ha tenido lugar en el Colegio de Huérfanos de la Policía Nacional, situado en el distrito madrileño de Carabanchel, y ha contado con la presencia del presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, el secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, la delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, y los principales representantes de las víctimas del terrorismo.
Por su parte, el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ha añadido que España «hoy vive el final irremediable de ETA gracias en gran parte a la Guardia Civil». No obstante, ha matizado que «en la medida en la que aún no se ha disuelto y es una banda terrorista viva, el Estado de Derecho no está en suspenso» y ha recordado que en los últimos dos años se han producido un centenar de detenciones de etarras «y así va a seguir siendo hasta que ETA se disuelva». «Ni se ha negociado ni se va a negociar», ha zanjado.
El director general de la Policía, Ignacio Cosidó, ha defendido que la policía es «un símbolo de la victoria sobre ETA» y ha hecho alusión al «sacrificio» y la «sangre derramada». «La Policía no va a descansar jamás hasta detener a todos los autores de los atentados».