El Ministerio del Interior defiende el uso de 'La muerte no es final' en actos de la Policía Nacional como «una forma digna de honrar a los fallecidos» tras ser cuestionada por el PSOE, que la define como un himno «religioso y castrense».
«La interpretación de 'La muerte no es el final' a cargo de la Banda Sinfónica del Cuerpo Nacional de Policía se considera una forma tradicional, solemne y digna de honrar a los fallecidos en acto de servicio», responde el Ejecutivo en una respuesta parlamentaria escrita a la que ha tenido acceso Europa Press.
En concreto, esa respuesta esta fechada el pasado 20 de mayo y lleva la firma del secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez.
Fue el diputado del PSOE Antonio Trevín quien, en una batería de preguntas sobre la nueva uniformidad de la Policía Nacional, preguntó si «la introducción de nuevas divisas continúa la línea de introducción de elementos de contenido militar como el de entonar en actos relevantes del cuerpo como homenaje a los caídos el himno 'La muerte no es el final', de claro contenido religioso y castrense».
El estribillo de este himno se entona de la siguiente manera: «Cuando la pena nos alcanza/ por el hermano perdido/ cuando el adiós dolorido/ busca en la Fe su esperanza/ En Tu palabra confiamos/ con la certeza que Tú/ ya le has devuelto a la vida/ ya le has llevado a la luz/ Ya le has devuelto a la vida/ ya le has llevado a la luz».