El presidente de la Generalitat, Artur Mas, ha advertido del peligro de que «la corriente se acabe desbordando» si el Gobierno central no sabe canalizar la situación y no adapta o interpreta abiertamente los marcos legales para permitir la consulta.
Al presentar este viernes la Memoria 2013 de la Comisión Jurídica Asesora de la Generalitat, ha recurrido al ejemplo de que, cuando baja mucha corriente por un río, debe haber un buen cauce para que baje de forma ordenada y canalizada.
«Con esta corriente democrática profunda, con este volumen de agua que baja, se necesita un buen cauce. Si los responsables de poner este cauce o de ampliarlo no lo hacen, corren el riesgo de que la corriente se acabe desbordando», ha avisado.
Según ha explicado, todo el mundo sabe que las consecuencias «normalmente no son buenas» cuando el agua del rio se desborda, y que es más fácil apagar un incendio, pese a su complicación, que frenar la fuerza del agua.
Mas reivindica la tradición catalana
Por eso, ha pedido que los responsables de adaptar los marcos legales escuchen la voz de los catalanes para que puedan expresarse en las urnas, porque «si la canalización del río es buena, genera y reparte beneficios para todo el mundo».
Mas ha reivindicado que en la tradición catalana está el respeto y la estima por las leyes, pero también la conciencia de que las normas no pueden arreglarlo todo y de que debe haber una suma «de actitudes personales y corporativas» para poder ir más allá.
Para él, una virtud de las leyes es su capacidad de acomodarse a las circunstancias cambiantes de la sociedad, y ha constatado que en Catalunya se está viviendo «un reto democrático en mayúsculas y un ejemplo de movilización democrática como pocos hay en Europa».
Asegura que el ejemplo del proceso soberanista catalán puede servir incluso de «inspiración a movimientos pacíficos y radicalmente democráticos del continente europeo y del mundo».
Derecho versus voluntad popular
Tras elogiar el papel de la Comisión Jurídica Asesora porque ayuda a la Generalitat «a hacer las cosas bien», ha expuesto que no debe asustar tomar decisiones, aunque sean complejas y difíciles, y les ha pedido que les ayude a hacerlo de la mejor manera posible.
El presidente de la Comisión, Albert Lamarca, ha remarcado que las instituciones catalanas tienen un reto jurídico de primer orden «en el que el derecho y la voluntad democrática popular deben pelearse» para encontrar una salida a la consulta.
«Sabemos que el derecho no es la clave que abre todas cerraduras, pero tampoco puede ser la puerta que cierre todas las esperanzas», ha zanjado Lamarca, que argumenta que las personas son tan importantes como las normas, y que el derecho no puede llegar a todos los rincones.
421 dictámenes
Tras destacar que son como «el Consejo de Estado» de Cataluña, ha explicado que velan por la legalidad de la actuación del Govern, por lo que, si siguen sus consejos, es más difícil que los tribunales aprecien ilegalidad en sus actuaciones.
«Pero nosotros no decidimos; aconsejamos», ha dicho sobre la Comisión, que emitió 421 dictámenes en 2013, gran parte de los cuales son de la administración de la Generalitat –el resto, del ámbito local–, y ya suma 10.045 dictámenes desde que empezó su actividad.
También ha intervenido el conseller de Presidencia, Francesc Homs, que ha defendido la utilidad de la orientación doctrinal de la entidad , que define como un espacio de asesoramiento con criterio «independiente y propio», y capaz de adaptarse a la exigencia cambiante de la realidad.