El candidato a la Secretaría General del PSOE Pedro Sánchez, ha pedido este martes que no se ponga en duda el valor de los avales de militantes recibidos por los aspirantes: «Yo creo que si el socialismo representa algo es igualdad y lo que no se puede hacer es dejar caer que hay avales que son libres y otros que son cautivos».
Sánchez se ha expresado así, en una entrevista en Antena 3, preguntado por el supuesto malestar de la federación andaluza ante el hecho de que su rival Eduardo Madina pidiese conocer el origen de los avales que recibieron los aspirantes.
Pedro Sánchez logró 41.338 firmas de militantes, de las que 14.389 le llegaron de Andalucía, mientras Eduardo Madina obtuvo 25.238 (2.698 andaluces) y José Antonio Pérez Tapias recibió 9.912 (2.129 andaluces), apenas superando el umbral necesario para ser candidato.
En todo caso, ha negado ser el candidato de la presidenta andaluza, Susana Díaz –que también este lunes pidió que no se minusvaloren los apoyos de los militantes de su comunidad–. «Yo me presento por mi cuenta y riesgo. Me han puesto todas las etiquetas del mundo», ha dicho Sánchez, afirmando que él es «un militante de base, un diputado raso», que «hace año y medio no estaba en política».
Sánchez ha afirmado que respeta la decisión de Madina de querer conocer el origen geográfico de los avales pero ha pedido no situar «avales que provienen de un territorio en un nivel distinto a los otros».
«Tenemos que prestigiar el proceso», ha dicho aunque, pese a las preguntas de los periodistas, ha evitado acusar a la candidatura de Madina de desprestigiarlo.
Así, ha pedido hacer un proceso «ejemplar, transparente» y un congreso del que el PSOE salga «fortalecido», con discursos «integradores no que enfrenten», y que no suceda lo mismo que en el Congreso de Sevilla, en el que Alfredo Pérez Rubalcaba venció a Carme Chacón.
Preguntado si atribuye al entorno de Rubalcaba el haber promovido la tesis de que él es el candidato de la derecha, ha admitido haber tenido alguna «conversación privada» sobre este asunto, pero ha dejado claro que no iba a desvelar el contenido.
Sánchez ha dicho que quiere hacer un «cambio desde abajo», que suponga «un nuevo modelo de partido» donde los militantes de base no sólo tengan la oportunidad de elegir directamente a quien va a ser su secretario General, sino también las ideas que vaya a proponer. Además, se ha comprometido a, si es elegido, ir una vez al año a todas las comunidades autónomas con su Ejecutiva para rendir cuentas ante la militancia.