La marcha del Orgullo LGTB 2014, que ha partido a las 18.00 horas de la glorieta de Atocha, ha llenado el Paseo del Prado de colorido, disfraces y música al paso de las tradicionales carrozas de diversos colectivos.
La manifestación presenta un ambiente de gran celebración, con multitud de personas disfrazadas de toreros, de gladiadores e incluso de Conchita Wurst, una de las pregoneras que dio comienzo a estas Fiestas del Orgullo 2014 el pasado miércoles.
Entre los asistentes se encuentran multitud de familias que acuden con sus hijos pequeños a disfrutar de la fiesta, al igual que extranjeros venidos distintos puntos del mundo y españoles de todas las regiones del país.
Desde algunas de las carrozas, con música de discoteca incorporada, se han empleado pistolas de agua para referescar a los asistentes por la calurosa tarde que ha recibido la manifestación, lo que ha animado aún más la fiesta.
En ese sentido, el portavoz de Cogam (Colectivo de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales de Madrid), Santiago Rivero, ha apuntado que además de tener un «carácter reivindicativo, tiene que tener también un carácter festivo». Rivero ha recordado que en más de 80 países se sigue criminalizando al colectivo LGTB, por lo que esta edición de la marcha se ha centrado en reivindicar sus derechos.
Aprovechando la gran aglomeración de gente, algunos han salido a la calle para vender refrescos y bebidas alcohólicas, mientras otros llevaban sus propias neveras portátiles desde casa. Otros colectivos, como el partido político animalista PACMA, han aprovechado para darse a conocer entre los asistentes.
Entre los que han acudido se recogen opiniones de todos los espectros. Así, una ha manifestado a Europa Press que «se deberían hacer este tipo de fiestas más veces, porque une a las personas, no sólo a los colectivos de gays y lesbianas», mientras que otros aseguran que el colectivo LGTB puede «expresar lo que quieran expresar, pero deberían expresarlo a lo largo de todo el año más tranquilamente».
También hay manifestantes que consideran que «en el tiempo en el que estamos es un poco tontería hacer este tipo de celebraciones, porque los gays y las lesbianas ya están totalmente integrados en la sociedad, y ya sólo tiene el sentido de la fiesta».