El candidato a la Secretaría General del Partido Socialista Pedro Sánchez ha reivindicado al PSOE como «el partido central de la izquierda» que gobierna y no sólo «protesta». «El PSOE volverá a ser el partido de los once millones de votos», ha añadido.
En una entrevista en el diario ABC, Sánchez se ha referido al PSOE como «la izquierda que gobierna, no la izquierda que sólo protesta» y ha añadido que la formación «aspira a gobernar y a transformar, a unir y no a romper».
Preguntado sobre si la existencia de un posible pacto con la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, para la constitución de una nueva Ejecutiva, el candidato a liderar a los socialistas ha respondido: «Susana Díaz es una líder fuera y dentro del PSOE. Siempre he dicho que el socialismo andaluz debe ser central en el proceso de cambio y ella es uno de los principales activos».
Sobre la propuesta del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, de hacer una reforma legal que permita dar la alcaldía a quien «vota el pueblo» y gana las municipales y no a una coalición formada «por cinco que han perdido las elecciones», el socialista ha declarado que, a su juicio, Rajoy «confunde regeneración con resolver los problemas que va a tener tras las elecciones municipales de 2015».
Dicho esto, ha manifestado que el PSOE es «municipalista» y que aspira a tener «el máximo número de ayuntamientos gobernados por el socialismo». «Y, especialmente en la Comunidad Valenciana y en Madrid, ayudaremos al cambio político, que tanto se necesita. Si en España la regeneración es una urgencia, en la Comunidad Valenciana y en Madrid es una emergencia«, ha subrayado.
En relación con la situación de Cataluña, Sánchez ha dicho que cree en el artículo 2 de la Constitución, «que dice que la soberanía nacional reside en el Pueblo español y reconoce las nacionalidades y regiones», aunque ha afirmado que «el sistema no garantiza la financiación per cápita necesaria para pagar los servicios esenciales de distintas comunidades; no sólo Cataluña, también la Comunidad Valenciana o Andalucía».
«Hay principios que no se pueden quebrar: Uno, que la soberanía nacional reside en el pueblo español; dos, la igualdad de todos los españoles en el acceso a bienes y servicios públicos esenciales; y tres, la solidaridad entre los pueblos. Ahora bien, sí reconozco que el sistema de financiación que aprobamos nosotros no garantiza en algunas comunidades la financiación suficiente para sostener servicios esenciales«, ha argumentado.
Seguidamente, ha insistido en que «quitaría el aforamiento» a todos los parlamentarios, pero considera «razonable» que el Rey Juan Carlos cuente con ello pese a la abstención del PSOE en la votación en el Congreso. «La forma escogida por el Gobierno no fue la adecuada», ha remachado.
Por último, ha defendido una ley de libertad religiosa en lugar de un Concordato con la Iglesia y ha abogado por «revisar privilegios». «Por ejemplo, en pleno siglo XXI, no se entiende que sea fedataria pública o que siga teniendo algunos privilegios fiscales», ha concluido.