Unos viajes personales a cuenta del Poder Judicial fueron su perdición. Dimitió el pasado 21 de junio de 2012 por ello, pero aún así, el expresidente del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Supremo, Carlos Dívar, sigue estando protegido por quince escoltas: once guardias civiles y cuatro policías nacionales. Y además sigue manteniendo coche oficial. Así lo desveló este lunes la Cadena Ser, quien además aseguró que Dívar disfruta de un servicio «similar» al de expresidentes del Gobierno con un coste que ronda los 385.000 euros anuales.
Un coche «con lunas tintadas» y que el propio expresidente del Supremo ha reconocido que «a veces» utiliza para desplazarse hasta un hotel de Torremolinos (Málaga). El Ministerio del Interior, además lo justifica, «por haber ocupado una altísima responsabilidad en el Estado y estar amenazado por ETA». Una explicación que, sin embargo, ya no vale para los jueces y fiscales de la Audiencia Nacional y el Supremo que se dedican a investigar el terrorismo etarra o las mafias del crimen organizado, a los que hace dos años se les retiró la protección policial.
Es más, según la Ser, ni siquiera su sustituto, Gonzalo Moliner, disfruta de tal dispositivo policial.
Por el momento, el protagonista se ha negado a confirmar o desmentir esta información justificando que se trata de «asunto de la Secretaría de Estado de Seguridad del Ministerio del Interior». Según Dívar, él nunca lo pidió. Podría renunciar a ello, pero por el momento no se ha pronunciado al respecto.