Los candidatos a la Secretaría General del PSOE Pedro Sánchez y José Antonio Pérez Tapias han escogido Andalucía para cerrar su campaña, donde pasarán toda la jornada de este sábado, el día antes a la votación de los militantes. Fuentes del equipo de Pedro Sánchez han informado a Europa Press de que el candidato cerrará la campaña este sábado, a las 21,00 horas, en el Muelle de las Delicias de Sevilla, mientras que previamente estará en sendos actos con militantes en Córdoba capital, a las 11,30 horas, y en Fuente Vaqueros (Granada), a las 17,00 horas.
Pedro Sánchez manifestó este viernes que había elegido Sevilla para cerrar su campaña porque es «un sitio emblemático, una tierra de gigantes políticos» como la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, el expresidente del Gobierno Felipe González y el exvicepresidente Alfonso Guerra. Explicó que «quería compartir la última noche de campaña electoral con los compañeros andaluces en Sevilla». Como se recordará, de los más de 45.000 avales que Sánchez logró, unos 15.000 procedían de Andalucía y de ellos, unos 5.000 de la provincia de Sevilla.
Por su parte, el granadino José Antonio Pérez Tapias también ha escogido la comunidad andaluza para cerrar su campaña, de manera que este sábado estará en Gibraleón (Huelva), Córdoba y Granada, ciudad en la que realizará el último acto y en la que este domingo ejercerá su derecho al voto. Las mismas fuentes han destacado la ilusión con la que el candidato encara estas últimas horas de campaña, en las que ha recibido el apoyo de varios militantes a través de un canal de vídeos en la red social Youtube, entre los que se encuentra el exalcalde de San Sebastián Odón Elorza.
El voto andaluz
Según los datos facilitados por PSOE-A a Europa Press, de los 45.655 militantes andaluces que podrán votar, 4.550 corresponden a la provincial de Almería; 4.667, a Cádiz; 3.897, a Córdoba; 6.616, a Granada; 3.135, a Huelva; 6.271, a Jaén; 6.176, a Málaga, y 10.343, a la provincia de Sevilla. Aparte de la urna para votar al secretario general del PSOE, este domingo habrá otra para la elección de los delegados que acudirán a los congresos provinciales -que se desarrollarán el día 19-, donde se elegirá a los delegados que participarán en el congreso federal extraordinario.
El PSOE de Andalucía contará con un total 241 delegados en el congreso extraordinario, lo que representa el 23,7 por ciento de los 1.019 delegados de toda España que elegirán al nuevo secretario general del partido y la nueva Ejecutiva federal. La federación andaluza será la más numerosa del congreso federal. Le siguen en número de delegados, el PSC, con 106; la delegación valenciana, con 90; la madrileña, con 83 o la de Castilla-La Mancha, con 61.
La votación de este domingo
Casi 200.000 militantes del PSOE están llamados a las urnas este domingo para elegir al que será su quinto secretario general de la democracia, después de Felipe González, Joaquín Almunia, José Luis Rodríguez Zapatero y Alfredo Pérez Rubalcaba. Aunque los dos favoritos son jóvenes -Pedro Sánchez tiene 42 años y Eduardo Madina- ninguno lo es tanto como Felipe González cuando fue elegido en 1974: el PSOE celebró su 26 Congreso aún en el exilio, en la localidad francesa de Suresnes y González, conocido como 'Isidoro' por sus compañeros de partido, tenía 32 años.
El abogado laboralista (Sevilla, 1942) le ganó la partida a los veteranos del exilio del PSOE con el apoyo de los renovadores del interior y de figuras de la socialdemocracia europea, y mantuvo las riendas del PSOE hasta el 34 Congreso, en junio de 1997. Los socialistas recuerdan hoy casi con veneración los logros del PSOE en los primeros años de la democracia, pero los años que les llevaron hasta su primera mayoría absoluta -en 1982, con 202 escaños en el Congreso- también fueron tumultuosos de puertas adentro.
La historia del PSOE
González dimitió en el 28 Congreso, en mayo de 1979, cuando el partido rechazó su ponencia renovadora, con la que pretendía alejar al PSOE del marxismo y homologarlo a la socialdemocracia europea. El PSOE quedó en manos de una gestora, pero en el Congreso extraordinario de octubre de ese año González ganó con un 86 por ciento, eliminó la inspiración marxista y convirtió al PSOE en un partido «federal», al mismo tiempo que se ponía en marcha el Estado autonómico. En las primeras elecciones democráticas, las de 1977, González se convirtió en diputado por Madrid tras obtener el 29,2% de los votos y 118 escaños. En las de 1979 alcanzó el 30,5% de los votos y 121 diputados y, tres años después tuvo lugar su primera victoria, el 48,3% de los sufragios y 202 diputados, un triunfo de magnitudes a las que los socialistas no han vuelto a acercarse.
Los primeros años de Felipe González fueron los de la entrada en la UE y en la OTAN -tras un referéndum en el que el PSOE tuvo que hacer campaña por el sí tras haberse opuesto rotundamente desde la oposición-, de la primera ley del aborto, la Ley General de Sanidad y las reformas educativas, pero también de una dura reconversión industrial. La reforma de las pensiones le valió al Gobierno de González su primera huelga general, convocada por CCOO, en 1985, y en 1988 hubo una segunda, convocada también por UGT, a raíz de la reforma laboral.
Almunia (Bilbao, 1948), por su parte, y que había sido ministro de Trabajo y de Administraciones Públicas en los Gobiernos de González, convocó las primeras primarias del partido para intentar legitimarse frente a las acusaciones de ser un líder impuesto por el aparato, pero fue derrotado por el también exministro Josep Borrell. Sin embargo, el bilbaíno terminó siendo el candidato a la presidencia del Gobierno en el año 2000, ya que Borrell dimitió el 14 de mayo de 1999 por las tensiones entre su candidatura y la dirección y la publicación de un escándalo que afectaba a dos colaboradores suyos en Hacienda.
El PSOE de Almunia obtuvo un 34,16% de los votos y 125 escaños en marzo de 2000, y el secretario general dimitió la misma noche electoral, dando paso a una gestora -que dirigió el entonces presidente andaluz, Manuel Chaves- y a meses de incertidumbre hasta el 35 Congreso, celebrado en julio en Madrid, con la sorpresiva victoria de José Luis Rodríguez Zapatero. Zapatero (Valladolid, 1960) ganó por sólo nueve votos al favorito, el presidente castellano-manchego José Bono, gracias a los votos de los 'guerristas' que abandonaron a la que era su candidata, Matilde Fernández. Zapatero obtuvo 414 votos, Bono 405, Fernández 109 y Rosa Díez 65.
Quiso ser el líder del «talante» y eso le ganó reproches en sus primeros tiempos, incluido el apelativo de «bambi» por parte de algunos correligionarios anónimos, que no del exvicesecretario general Alfonso Guerra, como él mismo precisó años después para decir que en todo caso sería un «bambi de acero». Zapatero firmó con el Gobierno de Aznar un pacto de lucha contra ETA pero hizo una oposición frontal aprovechando otros asuntos como el Plan Hidrológico Nacional, el desastre del Prestige en noviembre de 2002 o el apoyo español a la guerra de Irak.
El PSOE de Zapatero ganó las elecciones del 14 de marzo de 2004, apenas tres días después del peor atentado de la historia de España, que dejó 191 muertos en cuatro trenes de cercanías en Madrid. Entre el 11 y el 14 de marzo, el PSOE acusó al Gobierno de Aznar de intentar ocultar la autoría islamista y atribuir el atentado a ETA para conservar el poder.