Swiftair ha asegurado que «cumple escrupulosamente con todas las exigencias de seguridad» de las normativas españolas de Aviación Civil, de la Unión Europea y de las empresas constructoras aeronáuticas, y que sus pilotos y resto del personal «tienen la más alta cualificación» y no han sufrido ningún accidente ni incidente relevante desde la fundación de la compañía en 1986.
La empresa ha hecho público un comunicado en el que afirma que siempre ha operado sus vuelos «con un resultado impecable de seguridad» debido al hecho de que la seguridad siempre ha sido su prioridad.
Swiftair resalta el avión siniestrado en Mali «estaba en buenas condiciones» y recuerda que, como ha señalado la vicepresidenta del Gobierno, la aeronave había tenido 33 inspecciones, la última en enero de este año.
Además subraya que los pilotos de Swiftair «operan el mismo nivel de horas de servicio, regulado por la administración aeronáutica y tienen la misma formación que otras compañías aéreas de prestigio y la máxima especialización».
En este sentido, explica que el comandante del avión accidentado, Agustín Comerón, y la copiloto, Isabel Gost, acumulaban un total de 14.200 horas de vuelo y 6.200 horas de vuelo respectivamente en el mismo tipo de aeronave siniestrada.
También informa de que el avión accidentado, un modelo MD-82, con matrícula EC-LTV, tenía una antigüedad de 18 años, y resalta que la edad media de la flota de la compañía es muy similar a la de las principales compañías aéreas del mundo habiendo invertido recientemente en nuevos aviones (ATR 72) de última generación.
La empresa ha explicado que sus aviones vuelan en total una media de 38.000 horas anuales con índices de fiabilidad superiores al 99% y ningún incidente.
Además, ha indicado que sus pilotos, personal auxiliar, técnico y administrativo «tienen la más alta cualificación como demuestra el historial de seguridad y fiabilidad existente y la cualificación de la compañía para operar aeronaves en toda la Unión Europea así como en entornos mucho más complicados como aquellos para los que la ONU demanda los servicios de Swiftair».
La compañía resalta que invierte anualmente «un porcentaje significativo» de su cifra de facturación en formación de personal y en el mantenimiento constante y actualizado de las cualificaciones de los pilotos, personal auxiliar y técnicos de mantenimiento, «y sus trabajadores participan en el resultado de la sociedad, que ha venido reinvirtiendo la totalidad de sus resultados en nuevos equipos, formación y ampliación de su capacidad de servicio a clientes».
Swiftair afirma que no va a hacer «conjeturas ni especulaciones» sobre las causas del accidente, ya que deben ser las autoridades de la comisión de investigación de los países competentes la que las determinen, tras el análisis de la información contenida en las cajas negras y de todos los datos del accidente.
La compañía dice que se ha puesto a disposición de la Comisión de Investigación de Accidentes del Ministerio de Fomento y del resto de autoridades competentes para esclarecer las causas del accidente.
Flota de 44 aviones y 560 empleados
Fundada en 1986, Swiftair cuenta con una flota de 44 aviones y 560 empleados. Opera en el sector de carga y pasaje y su negocio está enfocado a clientes corporativos y operadores, que son los encargados de gestionar las mercancías y billetes del cliente final.
Opera principalmente en Europa Occidental y África y entre los clientes del servicio de transporte de carga, destacan DHL y Fedex para los que acumula niveles de fiabilidad superiores al 99%, según destaca Swiftair.
En los servicios de transporte de pasaje, Swiftair subraya que opera vuelos regulares con pasajeros para diversas compañías y ha prestado sus servicios, entre otros, a la Organización de Naciones Unidas, «siendo una de las pocas compañías cualificadas por la ONU para transporte de trabajadores dedicados a ayuda humanitaria, tropas y miembros de su secretaria general».
Por último, la dirección de Swiftair expresa «su más hondo pesar por este desgraciado accidente» y se une en su dolor a los familiares y allegados de todos los fallecidos «a los que esta prestando y se compromete a prestar toda la ayuda y colaboración que sea necesaria».