El Consell Assessor per a la Transició Nacional (CATN) cifra entre 4.500 y 5.000 millones de euros al mes el coste que tendría inicialmente para Cataluña declararse independiente sin acuerdo con el Gobierno central. Defiende que este coste debería costearse con créditos, emisiones de deuda o 'bonos patrióticos'.
Así consta en el informe sobre la viabilidad fiscal y financiera de una Cataluña independiente que el presidente del órgano asesor, Carles Viver Pi-Sunyer, ha entregado este lunes al Govern, que incluye dentro de esta cifra el coste que tendría para las arcas de la Generalitat hacer frente, entre otras cosas, a la Seguridad Social, las nóminas de los funcionarios y los asuntos exteriores.
Sin embargo, tras estos primeros meses en los que no habría una administración tributaria a pleno rendimiento, el informe sostiene que una hipotética Cataluña independiente tendría unas ganancias fiscales de alrededor de los 11.500 millones de euros, un 5,95% del Producto Interior Bruto catalán (PIB).
Caída del PIB
El CATN también prevé una caída de entre el 1% y el 2% del PIB catalán si hubiera boicot comercial por parte del resto de España tras una hipotética independencia, una pérdida que «se vería compensada por la desaparición del déficit fiscal». El documento niega así que la independencia de Catalunya conlleve un «escenario catastrofista basado en boicots sistemáticos y a gran escala a los productos catalanes», tal y como señala, a su juicio, el informe sobre este aspecto realizado por el Ministerio de Exteriores.
El CATN defiende también que a largo plazo tendría mucha más importancia la capacidad de los exportadores catalanes para innovar y competir en el mercado internacional, así como las políticas que implementase un eventual nuevo Estado catalán. Aun así, el informe recomienda que en un primer momento se adopten medidas dirigidas a prevenir ese posible boicot, como cooperar con los sectores donde predominan los productos de consumo final con origen claramente determinable y cierto valor simbólico, como por ejemplo el cava.
Seguridad social catalana
El CATN también ha asegurado que una seguridad social catalana en un eventual Estado independiente sería totalmente viable, haya o no un acuerdo con el Estado para garantizar el reparto de activos y el fondo de reserva. Viver Pi-Sunyer ha afirmado que una eventual seguridad social catalana se caracterizaría por su «sostenibilidad», por lo que un eventual Estado independiente podría garantizar las prestaciones actuales y futuras y también las cotizaciones de los ciudadanos de otras nacionalidades que han trabajado en Cataluña.
Prueba de esta viabilidad económica, ha dicho, es que mientras que en Cataluña la Seguridad Social tuvo superávit todos los años entre 1997 y 2008, en el resto del Estado sólo se produjo entre 2003 y 2007. «La relación entre ingresos y gastos ha sido tradicionalmente mejor en Cataluña que en el resto del Estado», ha asegurado este experto.
Viver Pi-Sunyer ha asegurado que el eventual Estado catalán tendría unos ingresos adicionales de 11.200 millones, con los cuales «se podría hacer frente perfectamente» a los gastos que conllevaría la puesta en marcha de un sistema de prestaciones públicas propio de Cataluña. En su informe, el CATN sugiere que debería constituirse una agencia catalana centrada en la Seguridad Social, que podría depender del Parlament, y donde trabajarían unas 4.000 personas, y su gasto en personal rondaría los 130 millones de euros anuales.
El documento revela que la seguridad social catalana sería viable haya o no acuerdo con el Estado en cuanto al reparte de activos y pasivos, del fondo de reserva y del déficit, aunque en cualquier caso no habría «ningún problema» para hacer frente a los números rojos que podrían continuar si la crisis económica se mantuviese.
El constitucionalista Carles Viver Pi-Sunyer, ha quedado demostrado que el proceso soberanista «es perfectamente posible y técnicamente se puede hacer, es viable».