domingo, septiembre 22, 2024
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La última batalla perdida de Rubalcaba se llama Carme Chacón

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Antes de recibir tierra el “muerto” Rubalcaba peleó su última batalla, al modo del Cid, en el Congreso Extraordinario del PSOE que se ha celebrado este fin de semana en Madrid: que Carmen Chacón no lograra cargos de relevancia en el nuevo PSOE de Pedro Sánchez Castejón. Elena Valenciano, la 'número 2' de Rubalcaba, llegó a amenazar con dimitir de sus cargos en los pasillos del Congreso si Chacón recibía el cargo de secretaria de Relaciones Internacionales. Chacón tiene de nuevo cargo orgánico, no consta dimisión de Valenciano.

El encono en la enemistad entre Alfredo Pérez Rubalcaba y Carmen Chacón trasciende de toda lógica política. Destacados miembros del PSOE con cargos de relevancia que se han codeado con ambos en los órganos de dirección del partido aseguran que, cuando ambos coincidían, “el ambiente era insoportable por violento”. Una enemistad que, por supuesto, tiene más orígenes personales que políticos, con tintes de despecho.

Chacón, siempre una frase preparada en la cocina antes de cada comparecencia, se comparó con Messi, dijo que aguantaba “como Messi las patadas de Pepe”. Rubalcaba, preguntado por las cualidades de Chacón, dijo que no la consideraba una persona inteligente porque era un adjetivo “excesivo”, pero sí creía que era “tenaz”. Sobreactuaciones en Ferraz.

La figura decisiva, según fuentes socialistas, para que Chacón haya tenido una segunda oportunidad tras su exilio voluntario en Miami ha sido el mismísimo José Luis Rodríguez Zapatero. Suyo ha sido el empuje que la ha llevado a la Ejecutiva Federal y a la secretaría de Relaciones Internacionales. Un apoyo más fuerte que la presión del “difunto” Rubalcaba y su 'número 2', Elena Valenciano, respaldado por el presidente de Asturias, Javier Fernández. Rubalcaba y Valenciano jugaron fuerte la baza de Eduardo Madina –que en su día, hace tiempo, también estuvo tutelado por el mismo ZP–, perdedora ante Pedro Sánchez, apoyado por buena parte de los miembros notables del partido, que lo ven una opción más solvente que Madina. Fuentes cercanas al veterano exsecretario General del PSOE aseguran que el cargo orgánico de Chacón le ha dolido tanto como irse de la primera línea de la política.

Sin embargo, la historia de Carme Chacón y Alfredo Pérez Rubalcaba no nació así, sino justo al revés. Con una muy estrecha amistad a la llegada de la entonces joven política catalana a Madrid. Quienes vivieron cerca de ellos aquellos años aseguran que la entrada en la vida sentimental de Chacón de Miguel Barroso (entonces el poderoso hombre de comunicación, amigo y compañero de basket de ZP) hizo que la estrecha amistad saltara hecha añicos. Añicos que los años han sido incapaces de reconstruir.

En este tiempo Chacón ha perdido sucesivamente todas sus bazas para ser la sucesora de ZP. Renunciando entre lágrimas a presentarse a unas primarias, y luego sucumbiendo por 22 votos en el Congreso de Sevilla ante su examigo. Paradójicamente, en su mayor momento de gloria, cuando tuvo que coger la baja maternal de su cargo de ministra de Defensa, le tocó a Rubalcaba suplirla al frente de las Fuerzas Armadas.

Dos derrotas que dejaron orillada en su escaño a Carme Chacón. Su equipo de campaña fue despedido de Ferraz y Germán Rodríguez, ex jefe de prensa y ahora diputado del PSC, uno de sus pocos apoyos. La salida, en busca de cuartel para contraatacar y aspirar a liderar el partido, Miami. Sin embargo, al volver no quiso participar en la batalla con Madina, Sánchez y Pérez Tapias.

Una carrera política prometedora que se arrumbaba a la cuneta se ha rescatado ahora gracias al apoyo de ZP. Chacón vuelve a tener cargos orgánicos y ha acaparado no pocos micrófonos en los pasillos del Congreso. Pocos dudan que Rubalcaba, desde su tumba, se ha retorcido al volverla a oír haciendo declaraciones.

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