La hermana del expresidente de la Generalitat Jordi Pujol desconocía que su padre hubiera dejado una herencia en el extranjero y no fue hasta este viernes –horas antes de que se hiciera público– que su hermano le explicó la existencia de esos fondos que su mujer y sus hijos habían regularizado «en los últimos días».
Según publicó el diario 'Ara', Pujol fue a visitar a su hermana María y a su cuñado, Francesc Cabana, el pasado viernes al mediodía, y fue entonces cuando les dio a conocer la noticia que haría pública horas después mediante un comunicado remitido a los medios de comunicación en el que reconocía la existencia de cuentas sin regularizar.
Siempre según el relato de Cabana –estrecho colaborador de Pujol y que trabajó con él en Banca Catalana–, el expresidente se disculpó repetidamente con su hermana y su cuñado, que primero sintieron incredulidad e indignación, aunque luego sobretodo compasión por ver a su familiar «derrotado».
Explica que Maria Pujol heredó de su padre –fallecido en 1980– acciones de Banca Catalana y una casa en la que estuvo viviendo la madre hasta que murió, pero no tuvieron nunca conocimiento de la existencia de dinero en el extranjero.
Asegura que desde que el viernes les confesó lo sucedido no han vuelto a verle ni saben donde está, por lo que no han podido hablar con él después de que renunciase a sus prerrogativas como expresidente de la Generalitat y a sus cargos honoríficos en CDC y CiU.