Miguel Pajares, el sacerdote español infectado por el ébola ingresado en el Hospital Carlos III, podría curarse en dos semanas si no tiene complicaciones durante este periodo, según ha informado a Europa Press el portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC), Juan González.
Este jueves, el sacerdote, junto con la hermana Juliana Donoha Bohe, que no está contagiada, fueron repatriados a España para tratarse de la enfermedad en el Hospital Carlos III de Madrid donde se ha habilitado la sexta planta del centro y habitaciones con presión negativa para evitar cualquier riesgo de contaminación.
Desde su llegada a España, Pajares permanece «estable» y «sin hemorragias». Un cuadro clínico que, a juicio del experto, si se mantiene durante dos semanas se podrá casi asegurar que el paciente ha pasado la enfermedad. «La probabilidad de supervivencia aumenta cada día que permanece estable y que no tiene complicaciones», ha recalcado.
Se trata del primer caso tratado en Europa y, según ha asegurado González, el riesgo de más contagios en España es «casi cero». «No hay casi riesgo de contagio porque sólo tenemos un caso y desde que ha llegado ha estado bajo control médico», ha recalcado.
Sin reconocimiento de la especialidad
Asimismo, y a raíz de este caso, González ha destacado la «paradoja» que supone que España sea el primer país europeo en atender un caso de ébola y que, por el contrario, sea, junto con Luxemburgo, el «único» Estado de la UE donde no está reconocida la especialidad de enfermedades infecciosas.
Y es que, en el Real Decreto que regula la troncalidad de la formación sanitaria, aprobado el pasado mes de julio por el Consejo de Ministros, se establece como un área de capacitación específica y no como una especialidad médica.
En concreto, la formación en áreas de capacitación específica supone la ampliación o profundización en los conocimientos que ya tienen los especialistas, lo que permitirá a algunos profesionales profundizar en aquellas facetas que demanda el progreso científico en el ámbito de una o varias especialidades en ciencias de la salud. Esta formación tendrá carácter programado y se llevará a cabo, también, por el sistema de residencia. «Un país con tanta tradición en enfermedades infecciosas como España sigue siendo uno de los dos europeos en los que no está reconocida esta especialidad», ha zanjado.