El ahora militante de Vox, Javier García Oliver considera “temerario” la información referente a la existencia de un pacto entre los miembros del SCD y Santiago Abascal para hacerse con el control total de la formación conservadora, tal y como confirmaron fuentes del propio Vox a Estrelladigital.es. Pese a esto, Javier García Oliver considera el pacto “una rotunda falsedad que sólo puede responder a una mente calenturienta o a filtraciones interesadas por parte de personas que pudieran pretender desestabilizar Vox”.
García Oliver, niega que sea miembro del partido Sociedad Civil y Democracia (SCD). El exsecretario general del SCD, partido liderado en su día por Mario Conde, asegura que abandonó la formación política previo a su solicitud de afiliación en Vox.
Javier García Oliver ha querido aclarar esta información tras publicar Estrelladigital.es el pasado 17 de agosto la noticia titulada: “Vox se fractura con la irrupción del partido de Mario Conde”.
La información se refería así: “Miembros del partido de Mario Conde, Sociedad Civil y Democracia (SCD), intentan hacerse con el control de Vox”. “En concreto, y según relatan las mismas fuentes, el director de orquesta estaría siendo Javier García Oliver, el que fuera secretario general del SCD, y su objetivo no sería otro que asegurar el “control absoluto” de Abascal”.
Oliver ha querido dejar claro su desvinculación con la formación de Mario Conde: “Es absolutamente falso que yo sea “miembro” del partido Sociedad Civil y Democracia (SCD), formación política que abandoné previamente a mi solicitud de afiliación en Vox, como hicieron otros compañeros cual es el caso de D. Antonio de la Torre Luque, partido del cual soy un simple militante de base, sin cargo ni responsabilidad alguna”.
Javier García Oliver asegura que la información le está causando un «notable perjuicio», puesto que se ha desatado una campaña de acoso y persecución contra su persona.
Éste militante de Vox también ha querido dejar claro que una amplia mayoría de militantes de la formación votó a favor de la llamada “enmienda Trujillo” en la asamblea celebrada el pasado mes de julio. Ésta enmienda proponía que el presidente que saliera elegido por la militancia escogiera a su antojo al Comité Ejecutivo Nacional, y no que los eligieran los afiliados. Según fuentes de Vox, para que la enmienda fuera válida debía aprobarse con el 75% de los votos y no fue así. De modo que el partido se regirá por lo que marcan sus estatutos: el candidato que se presente adjuntará una lista con once nombres.