El incidente protagonizado por Esperanza Aguirre el pasado 3 de abril es delito. Así lo han ratificado los magistrados de la Sección Sexta de la Audiencia Provincial de Madrid, en una resolución notificada este viernes en la que apoya el recurso presentado por Transparencia y Justicia, personada en la causa como acusación popular.
La asociación se posicionó en contra del auto en el que el juez Valle calificó los hechos de falta leve. El recurso señala que “por los mismos hechos, cualquier otro ciudadano normal hubiese acabado en el calabozo de una comisaría, con grilletes en las muñecas para ser inmediatamente citado de comparecencia para la celebración de juicio rápido”-.
Al tratarse de un delito y no se de una falta, la causa volverá al Juzgado para que se tramiten las diligencias y el juez llamará a declarar a la expresidenta de la Comunidad de Madrid y a los testigos del incidente.
Además, la Audiencia Provinvial de Madrid afirma en la resolución que los hechos descritos «vendrían a suponer una desobediencia tenaz, contumaz rebelde, decidida y terminante» y «acompañada de expresiones de menosprecio» a los agentes.
Por eso, resuelve que la actuación de Aguirre podría haber cometido un delito de desobediencia a la autoridad, recogido en el artículo 556 del Código Penal que contempla penas de seis meses a un año de prisión.
Por su parte, Aguirre ha manifestado minutos después a través de su cuenta personal de Twitter que el auto «no dice, ni mucho menos, que el incidente del coche sea delito». Y alñade que «es una ciudadana más que acude encantada a que el juez escuche la verdad».
El incidente
El pasado 3 de abril, Aguirre aparcó su coche en un carril bus de la Gran Vía, se enfrentó a los agentes locales y se marchó tras supuestamente arrollar una moto de uno de los policías que la había multado.
El altercado llegó a los tribunales madrileños después de que la Policía Municipal remitiera el atestado policial sobre lo sucedido.