El expresidente del Gobierno Felipe González ha manifestado este jueves que no le importaría «nada» que el Gobierno de Mariano Rajoy tuviera «éxito» porque ello repercutiría en la realidad española.
Durante su intervención en los desayunos informativos organizados por Europa Press y la Fundación Cajasol, González ha expresado su preocupación por la alta tasa de paro española, apuntando que no solo es un drama personal, sino un claro síntoma de que una economía no se puede recuperar ni puede pagar el cien por cien la deuda. Ha añadido que si no crecemos a una tasa superior al 2,5 por ciento, tenemos que seguir deprimiendo la demanda y recortando gastos.
El expresidente ha expresado su asombro por la visión «optimista y eufórica» del Gobierno central, hablando incluso de «raíces» y ha apuntado que si bien hemos «tocado fondo» en la crisis, existe una nueva «amenaza de recesión».
«Quiero que el Gobierno tenga éxito», ha indicado González, recalcando que no tiene ningún interés en que «fracase», pero que es fundamental que se diga la verdad para evitar encontrarnos con una situación de «frustración creciente a nivel de los ciudadanos»
'Caso Pujol'
También ha asegurado este viernes que «nunca» ha pensado que el expresidente de la Generalitat Jordi Pujol sea «un corrupto» y que, aunque le cuesta creer todo lo que está pasando en torno a este caso, cree que está en «una operación de cobertura hacia los que tiene debajo», es decir, sus hijos.
Ha mostrado su «asombro» por la supuesta herencia del expresidente catalán y en la que ha insistido en que cuando se conocieron las primeras noticias al respecto pensó que «era una operación de cobertura». «Y todavía hoy pienso que puede ser así aunque eso no le quita la extrema gravedad al asunto y ya veremos su desarrollo», ha añadido.
En este contexto, González ha pedido distinguir entre quienes son corruptos y los que no porque, en su opinión, «lo que no es tolerable es meter la mano». «Si un líder se ha enriquecido y aprovechado con el ejercicio de la función, estamos ante un corrupto. Pero estamos tratando a todos por igual y eso va a degradar enormemente la convivencia», ha opinado.
González también ha desvelado que, «con discreción», hace «todo lo posible» para que no se produzca «una fractura» en la sociedad catalana y que medió entre el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el presidente de la Generalitat, Artur Mas, para que se reunieran. «No sé si tuve alguna influencia en eso, me parece que sí», ha apostillado tras recordar que la reunión entre ambos finalmente se produjo este verano.