El delegado del Gobierno en Ceuta, Francisco Antonio González Pérez, prevé que «durante el último trimestre de 2016» se pueda inaugurar en la ciudad autónoma la nueva prisión de Loma Mendizábal, que será el centro penitenciario «más moderno» del país tras una inversión de unos 120 millones de euros. El político espera que las nuevas instalaciones contribuyan a «facilitar» el trabajo de los funcionarios que actualmente están destinados en la cárcel de Los Rosales, construida hace más de 50 años y permanentemente sobreocupada.
«Desarrollaréis vuestra labor», ha avanzado González Pérez con motivo de la conmemoración del Día de la Merced, patrona de instituciones penitenciarias, «en el centro más moderno que hasta la fecha se haya construido, un proyecto muy importante que a pesar de los difíciles momentos económicos ha continuado construyéndose y que esta presupuestado, equipamiento aparte, en 120 millones de euros».
La Sociedad Estatal de Infraestructuras y Equipamientos Penitenciarios (SIEP) adjudicó hace cinco años las obras de construcción e instalaciones de seguridad de la nueva prisión de Ceuta y su Centro de Inserción Social (CIS) a la Unión Temporal de Empresas (UTE) integrada por Corsan-Corvian Construcciones S.A., Isolux Ingeniería S.A. y Watsegur S.A.
Al concurso se presentaron un total de 19 aspirantes para optar a un proyecto que finalmente se adjudicó por 82,6 millones de euros sin incluir los impuestos del 7%. Los doce edificios, a los que en 2013 se retiraron algunos aditamentos como la piscina proyectada inicialmente, deberían haber abierto sus puertas, de acuerdo con las previsiones iniciales del Gobierno central, a finales del año pasado. Cuando esté plenamente operativo el complejo dará trabajo a 450 personas, entre funcionarios y laborales, más que la prisión actual.
La nueva prisión, ubicada en la periferia de la ciudad autónoma, tendrá unas 650 celdas y multiplicará por cuatro la capacidad de la cárcel de Los Rosales, que ronda los 250 internos. Su tamaño, que algunos partidos políticos y sindicatos tacharon en origen de «desorbitado» e inadecuado para una ciudad como Ceuta, con 80.000 habitantes y 19 kilómetros cuadrados de superficie, generó en origen una polémica social que se ha ido apagando hasta desaparecer con el paso del tiempo.