El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha reprochado este martes al PSOE que no aclare el sentido y el contenido de la reforma de la Constitución y le ha acusado de quedarse en «eslóganes». «Hoy he aprendido que soy yo el que tiene que decir el contenido de la reforma de la Constitución que ustedes quieren hacer. Bueno, hemos dado un paso en la buena dirección», ha afirmado.
Así ha cerrado el jefe del Ejecutivo su respuesta a la pregunta de la portavoz del Grupo Socialista en el Senado, María Chivite, que se ha estrenado en su cargo preguntando a Rajoy por sus previsiones ante la reforma de la Carta Magna que plantean los socialistas.
Rajoy ha asegurado que, aunque su prioridad ahora es el crecimiento económico el empleo, está «dispuesto a escuchar» las propuestas del PSOE, pero ha advertido al principal partido de la oposición de que es necesario decir «con meridiana claridad qué se quiere hacer» y con qué apoyos se pretende contar.
«No vale hacer eslóganes, ni frases sin contenido. Es un tema lo suficientemente serio para que hablemos en serio y si ustedes quieren hacerlo, digan con claridad al conjunto de los españoles qué quieren hacer, para qué y con quién», ha remachado.
Chivite ha coincidido con el presidente del Gobierno en que es un tema «serio» y ha añadido que lo es «lo suficiente» como para que «sea el Gobierno el que tome la iniciativa de abrir la Constitución» y comenzar a «dialogar».
La senadora socialista ha insistido en que la Carta Magna precisa «evolucionar» como lo ha hecho la sociedad española y ha apostado por dar pasos en la renovación «sin radicalismos, pero con decisiones». Y le ha avisado de que «el consenso es la virtud de la reforma y no un pretexto en la que ampararse» para no plantearla.
Sin embargo, tras escuchar a la portavoz del Grupo Socialista, Rajoy, que ha reconocido las «buenas intenciones» del PSOE, ha apuntado que lo que entiende es que los socialistas quieren una reforma pero esperan que sea el presidente del Gobierno el que diga «cuál es el contenido» de la misma. «Es muy complicado», ha apuntado, entre los aplausos de su bancada.