Todos los grupos parlamentarios de la oposición han manifestado su rechazo a la Ley de Seguridad Ciudadana del Gobierno este miércoles durante el debate de totalidad en el Congreso de los Diputados, que ha contado con la presencia del ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, y que ha tenido algunas fases de tensión.
El diputado de ERC, Joan Tardá, mostró desde la tribuna imágenes de actuaciones policiales que calificó de «brutalidad» y recomendó al ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, cambiar a los policías el uniforme de azul a gris como la Policía franquista. Por su parte, el representante de Amaiur, Xabier Mikel Errekondo se autoamordazó durante unos segundos siendo llamado al orden para que depusiera su actitud y continuase su discurso.
Tardá abandonó la tribuna con gritos de «¡Esto es una vergüenza!, ¡Una vergüenza señor Fernández Díaz!». Antes de eso, había acusado a las fuerzas de seguridad de llevar a cabo acciones de «brutalidad policial» contra manifestantes contrarios a las políticas del gobierno mientras que permitían concentraciones de tipo neonazi. Por ello ha acusado al ministro de que estaría más «en su medio natural» si los agentes llevasen uniforme gris como en la dictadura franquista.
Por su parte, el portavoz de Amaiur ha llegado a colocarse un trapo azul en la boca en señal de mordaza durante su intervención. Así ha permanecido durante unos segundos hasta que la vicepresidenta del Congreso, Celia Villalobos, le ha llamado al orden: «Aquí se viene a hablar», le ha dicho.
«Mucha policía, poca diversión»
Errekondo ha comenzado citando «al fascista» Manuel Fraga cuando dijo «la calle es mía» y ha acusado a Fernández Díaz de retomar ese espíritu. Ha terminado citando como «poetas» al grupo de música punk vasco Eskorbuto y en concreto ha cantado el estribillo de una de sus canciones más conocidas: «Mucha policía, poca diversión, un error, un error, mucha policía, poca diversión, represión, represión».
A juicio del PSOE, su diputada Isabel Rodríguez ha tachado el texto como «una reforma ideológica». «Primero tuvieron la crisis para recortar derechos y ahora la excusa de la seguridad para recortar la libertad, además vienen con el mercadeo: siempre hay unos que ganan dinero y otros que pierden derechos, también con esta ley y la Ley Seguridad Privada donde ha habido quien ha hecho negocio», ha denunciado.
En este sentido, la diputada socialista ha advertido al ministro de que «no deberían empeñarse en gobernar contra todos siempre» y ha ido más allá: «está a tiempo de retirar esta Ley si usted no quiere acabar como el señor Gallardón (quien dimitió tras retirarse la ley contra el aborto que él promovió).
Ricardo Sixto, de IU, ha ironizado que el ministro «ha batido el récord» al haber acumulado hasta nueve enmiendas a la totalidad al texto, tres más que la actual ley vigente, conocida como la 'ley de patada en la puerta' promovida hace 23 años por el Gobierno socialista. Además ha recordado que ha recibido el «varapalo» de los órganos consultivos y ha acusado a Fernández Díaz de no haber atendido todas sus recomendaciones. «Esta Ley trae la criminalización de la protesta ciudadana, que no es una preocupación para la mayoría de los españoles», ha denunciado.
«Grupos muy diferentes» contra la ley
Por parte del PNV, Emilio Olabarria, ha denunciado que la ley fomenta «una situación de inseguridad jurídica», algo en lo que ha coincidido la líder de UPyD, Rosa Díez, ya que la necesidad de recurrir la sanciones de la administración ante los tribunales de los Contencioso Administrativo junto a la ley de tasas judiciales va a provocar, a su juicio, que la gente «desista de acudir a los tribunales». «El hecho de que grupos tan diferentes estemos de acuerdo, debería llevar a reflexionar al Gobierno», ha zanjado Díez.
El ponente de CiU, Feliu Guillaume, ha admitido que fue su grupo el que pidió una nueva Ley de Seguridad Ciudadana, pero ha lamentado que esta no es la que esperaban. En cualquier caso, ha sido el único portavoz que ha destacado «cosas buenas» de la ley como «el tema de los enmascarados». «Cuando uno va con la cara tapada a una manifestación es porque piensa mal. Esta ley recoge eso y creemos que es positivo», ha explicado.
La diputada de Geroa Bai, Uxue Barkos ha lamentado que «es una ley de enorme vocación polémica». «Todos hemos presentado enmiendas de devolución sin alternativa. Le asiste la mayorñia parlamentaria pero no la razón». «Es una ley mordaza para contener la protesta que, se pongan como se pongan, no van a poder contener», ha advertido. En la misma línea se ha mostrado el diputado de Compromis, Joan Baldoví, quien ha calificado como «rancias» las palabras de Fernández Díaz.