El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, ha afirmado que la epidemia del virus del ébola es «un fenómeno desconocido, un fenómeno nuevo que no tiene una respuesta ensayada».
«La sensación que tengo después de haber asistido a muchas reuniones sobre el ébola, tanto en Nueva York como en Bruselas, es que nos enfrentamos a un fenómeno desconocido, un fenómeno nuevo que no tiene una respuesta ensayada», ha señalado García-Margallo en una entrevista a ABC.
En este sentido, ha manifestado que, en esta materia, «hay muchas iniciativas no coordinadas ni armonizadas entre sí» y ha añadido que «falta una disposición de lo que cada uno de los miembros de la comunidad internacional debe hacer en la lucha contra esta pandemia y que tiene un carácter absolutamente global».
Preguntado sobre qué papel puede desempeñar el Consejo de Seguridad de la ONU para combatir la expansión del virus, opina que «lo primero que tienen que hacer el Consejo de Seguridad y la Asamblea General también es fijar las necesidades prioritarias«, así como fijar cuáles son los elementos que existen «para combatirla y ordenarlos». «La comunidad internacional, el Consejo, la Asamblea tienen un papel esencial en hacer el diagnóstico y fijar la terapia adecuada», ha agregado.
En relación con el caso de la auxiliar de enfermería infectada por ébola, Teresa Romero, Margallo ha dicho que en Estados Unidos –donde también se han dado casos de sanitarios infectados mientras trataban a otro enfermo– «lo que se está planteando es si se tenían los protocolos adecuados, si ha habido o no violación de esos protocolos, si contamos con los remedios adecuados para combatir un fenómeno que como ya le he dicho es desconocido y nuevo».
«Entiendo que en España se están haciendo las cosas de forma muy sincronizada entre los diferentes departamentos y yo no soy capaz en este momento de decirle si se ha producido alguna disfunción», ha destacado el titular de la cartera de Exteriores.
Por otra parte, el ministro de Asuntos Exteriores se ha mostrado «aliviado» después de que la Asamblea General de Naciones Unidas aprobara el jueves la entrada de España en el Consejo de Seguridad para el periodo 2015-2016.
Finalmente, ha advertido de que «existe un riesgo cierto de que se genere un corredor yihadista desde el Atlántico hasta el Índico que podía desestabilizar buena parte de los países de la región». «El ejemplo viviente es Malí, pero también países contiguos como Libia que, si se desestabiliza, tendría un claro impacto en el Sahel que se desplaza hacia el norte y España acabaría siendo frontera de movimientos islámicos extremistas que pondrían en riesgo nuestra seguridad», ha concluido.