Un total de 60 inmigrantes de origen subsahariano han conseguido entrar en Melilla a primeras horas de este lunes en una serie de saltos simultáneos «planificados» en distintos puntos de los nueve kilómetros de perímetro fronterizo para dividir el dispositivo policial y así tener más posibilidades de acceder a la ciudad española.
Según ha informado Delegación de Gobierno, las intentonas se han producido a partir de las 07,00 horas. La primera protagonizada por unas 150 personas fue interceptada por las fuerzas marroquíes antes de aproximarse al perímetro. Otro grupo similar en cuanto a número continuó desplazándose en paralelo a la valla realizando varios intentos en la zona del Río de Oro y proximidades de la frontera de Beni-Enzar.
En el tramo próximo al principal paso fronterizo entre Melilla y Marruecos, un grupo de unos sesenta inmigrantes logró traspasar el dispositivo y entrar en la ciudad corriendo. Unos se han dirigido a la Comisaría de Policía y otros al Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes.
Los inmigrantes han usado «nuevas técnicas» para saltar la valla, según ha informado la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), con el uso de calzado provistos de clavos en sus suelas para superar la malla antitrepa, la «cortina metálica» que instaló en mayo el Ministerio del Interior en la alambrada para que los inmigrantes no puedan meter los dedos para escalar la valla.
La mayoría que ha logrado pasar a Melilla lo ha hecho por la zona del Dique Sur y han pasado a la carrera por el Paseo Marítimo, donde se han ido despojando de dicho calzado con clavos y de ropa, mientras se dirigían al Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) al grito de «bosa, bosa» (victoria, victoria).
Con esta entrada, la cifra de acogidos en esta instalación es de unos 1.250 –de ellos la mitad sirios–, cuando su capacidad óptima es de 480, lo que ha obligado a colocar literas y tiendas de campaña para poder atender a todos los 'sin papeles' que llegan, con manutención, alojamiento y sanidad en régimen abierto, mientras se resuelve sus expedientes de expulsión y, en caso de no ser posible, su traslado a la Península.
Esta entrada se ha registrado después del intento registrado el día 15, protagonizado por unos 300 subsaharianos, que se saldó con la entrada de 11 inmigrantes y 10 heridos, de ellos cinco personas de origen subsahariano y otros cinco guardias civiles.
Por su parte, Delegación de Gobierno ha insistido en los riesgos que supone la inmigración irregular tanto para los inmigrantes como para las fuerzas de seguridad. «Es un modelo de inmigracion al que no podemos ni debemos resignarnos, que solo favorece a las mafias que trafican con seres humanos y que empuja a los emigrantes a situaciones límite y dramáticas», ha indicado Delegación de Gobierno en una nota de prensa.
Asimismo, el Delegado del Gobierno en Melilla, Abdelmalik El Barkani, ha asegurado, en relación a las denuncias sobre la actuación de la guardia civil en la valla, que la presión migratoria en Melilla se «recrudece cada vez que se inicia un debate tendencioso y parcial en el que se pone en tela de juicio la actuacion de la Guardia Civil»,