Después de la dimisión de Ana Mato como ministra de Sanidad por su supuesta implicación en la 'trama Gürtel', el PP no se plantea ninguna baja más. Así lo ha dado a entender el vicesecretario de Organización y director de la campaña electoral del PP, Carlos Floriano, quien ha vuelto a insistir este lunes en el comunicado oficial que remitió la formación conservadora este fin de semana: el PP es «absolutamente ajeno» a la trama de corrupción orquestada por Francisco Correa. Según Floriano, así lo demuestra el escrito de acusación de la Fiscalía Anticorrupción en el que se pide importantes penas de prisión para antiguos cargos públicos y tres extesoreros del Partido Popular por el 'caso Gúrtel'.
En dicho escrito, el ministerio público también reclama a Génova 328.440 euros como «partícipe a título lucrativo» de los supuestos delitos cometidos por los exalcaldes 'populares' de los municipios madrileños de Pozuelo de Alarcón y Majadahonda, pero para el PP ésta no es más que la muestra palpable de que el partido no tiene nada que ver con 'Gúrtel'. «Al PP se le demanda una responsabilidad civil», ha insistido en varias ocasiones Floriano este lunes en la rueda de prensa concedida en la sede nacional, «lo que exige el desconocimiento de los hechos delictivos», ha rematado. «Si se nos imputara algún delito no estaríamos hablando de responsabilidad civil», ha zanjado el dirigente 'popular'.
Para el PP, este escrito ya es suficiente para desligarse de la trama corrupta y presentarse como una víctima. «El PP ha sufrido y sigue sufriendo perjuicio de todo orden por los hechos que se imputan a personas concretas y respecto a los cuales el Partido Popular es absolutamente ajeno», reza su último comunicado. En este sentido, Floriano ha hecho oídos sordos a cualquier cuestión que tenga que ver con más dimisiones. Según el 'popular', las dos personas a las que se le podrían imputar «responsabilidad política» –Guillermo Ortega, exalcalde de Majadahonda y el exalcalde de Pozuelo, Jesús Sepúlveda– ya no forman parte del partido.
En concreto, la Fiscalía cita que el PP y la exministra de Sanidad respondan como «partícipes a título lucrativo» de los delitos investigados. Mato, en concreto, se habría beneficiado de 28.468 euros en regalos realizados por la red y el 50% de sus fiestas familiares, mientras que la 'Gürtel' habría sufragado al PP con 328.440 euros: 216.576 en Majadahonda y 111.864 en Pozuelo. Además, solicita 42 años para el extesorero Luis Bárcenas y 110 para Francisco Correa.
Ana Mato ya dimitió por esta cuestión hace casi dos meses. Claro que por entonces las circunstancias eran diferentes. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se disponía a defender su paquete anticorrupción un día después de que el juez instructor del 'caso Gürtel' Pablo Ruz hiciera público su último auto. En aquella ocasión, el coste electoral se antepuso a la supuesta «inocencia» de Ana Mato que Rajoy y PP siempre habían cacareado. Su cabeza rodó, pero eso no impidió al líder del Ejecutivo defenderla en el Parlamento Nacional. Rajoy hizo uso del mismo argumento que ahora emplea el PP para desmarcarse de la polémica: «partícipe a título lucrativo» significa haberse beneficiado del fruto de un delito del que no se tiene conocimiento.
Mato fue sustituida por Alfonso Alonso en el Gobierno, pero el partido no la abandonó. No sólo continúa siendo diputada en el Congreso de los Diputados, sino que además el PP le facilitó la vicepresidencia primera de la Comisión Internacional de Cooperación al Desarrollo. Un cargo que le permite percibir casi 4.000 euros brutos al mes, el 70% de su sueldo como ministra. Durante semanas se especuló con la posibilidad de que Rajoy le diera también un puesto importante en el PP, pero por el momento parece que no será así. Como tampoco parece posible que vaya a haber más dimisiones por esta cuestión.
La principal preocupación del PP ahora es que el 'caso Gürtel' se resuelva ya para que todos los ciudadanos puedan ver que «el PP ha hecho todo la limpia que podía». Así se ha expresado el portavoz del comité electoral del PP, Pablo Casado, quien ha recordado que la instrucción lleva ya siete años y cree que eso está haciendo daño, ya no sólo al PP, si no a las «fuerzas políticas». «Quien haya metido la mano en la caja que se vaya», ha dicho, puntualizando que los 'populares' pueden «presumir» de que no les «ha temblado el pulso». Así, ha señalado que ningún Gobierno ha tomado tantas medidas en la lucha contra la «corrupción» y su prevención. «Cuando un juez ha acreditado algo sobre alguna persona, hemos estado como acusación particular y ahora mismo está en la cárcel», ha zanjado.