El ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, José Manuel García Margallo, ha planteado este lunes a sus colegas europeos que sea la Corte Internacional de Justicia (CIJ) quien se pronuncie sobre la anexión rusa de Crimea, que la Unión Europea considera ilegal e ilegítima, como paso para «descongelar» el conflicto abierto en el este de Ucrania.
«Si hay que descongelar el conflicto, y el conflicto más difícil es Crimea, busquemos una solución imaginativa que permita a las dos partes salvar la cara», ha declarado Margallo a la prensa en Bruselas, al término de un consejo de ministros europeos de Exteriores dedicado en gran parte a reevaluar las relaciones del bloque con Rusia.
En la crisis ucraniana, la Unión Europea mantiene una estrategia que combina la política de sanciones con la vía diplomática, y exige el cumplimiento de los acuerdos de Minsk y revertir la anexión de Crimea como condiciones para levantar las medidas restrictivas.
El ministro español ha dicho que Rusia debe cumplir con la legalidad internacional, «claramente infringida» en el caos de Crimea, pero ha advertido también de que existen dos «relatos contradictorios y difícilmente conciliables».
Así las cosas, Margallo ha planteado como idea «personal» que las dos partes «accediesen a someter la cuestión al tribunal de La Haya», según ha contado a la prensa, si bien no ha revelado cómo ha sido acogida esta propuesta entre el resto de los Veintiocho.
En cualquier caso, el jefe de la diplomacia española ha incidido en que el desbloqueo de la crisis es «claramente deseable» y ha lamentado que la situación en el este de Ucrania sea «más seria» de lo que era hace unos días.
También ha apuntado la necesidad de contar con un diálogo con Rusia, no sólo porque es necesaria su participación para solucionar la situación en Ucrania, sino también porque tiene un papel clave en otras crisis de la región, como Siria o Irán.
Los ministros han iniciado una reevaluación de las relaciones del bloque con Rusia, con el objetivo de dilucidar si deben establecer canales de diálogo en áreas de interés común, como el comercial; pese a mantener abierta la vía de las sanciones. Se ha tratado, no obstante, de un diálogo inicial, de cara a la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la UE del próximo mes de marzo, en la que las relaciones con Moscú serán parte de la agenda.
En cualquier caso, la Alta Representante para la Política Exterior, Federica Mogherini, ha señalado que la política de sanciones de la UE contra Rusia «no va a cambiar», porque la situación sobre el terreno es «mucho peor que en las últimas semanas». «No hay normalización, no hay una vuelta a la situación de antes», ha resaltado.
No obstante, Mogherini ha apostado por aumentar los esfuerzos diplomáticos para resolver la crisis y buscar un «diálogo político» con Moscú sobre cuestiones internacionales, como Siria, Irán, el proceso de paz en Oriente Próximo o la lucha contra el terrorismo y también sobre cuestiones sectoriales como la energía.