La Policía Nacional, en colaboración con Oficina de Extranjeros de la Delegación del Gobierno, han destapado una red de tráfico irregular de personas tras llevar un mes de investigación. Por el momento han detenido a 25 personas involucradas.
La investigación empezó al encontrar sospechoso la recepción de numerosas solicitudes con un “patrón común” en la Oficina de Documentación de extranjeros. Esta similitud consistía en parejas formadas por ciudadanos marroquíes que sin haber constancia de que hubiesen estado alguna vez en España, solicitaban tarjetas de residencia por ser familiares comunitarios de mujeres de origen latinoamericanas con nacionalidad española.
El caso era aún más sospechoso al estar todos empadronados en el mismo ayuntamiento y todos trabajan para la misma empresa.
Por el momento ya se ha procedido a anular todas las tarjetas concedidas con documentación falsa y también aquellas que se encontraban en trámite.
Tras la investigación, suponen que los inmigrantes esperaban fuera de España, se les asignaba una pareja, que eran chicas nacionalizadas en España a las que se les ofrecía unos 3.000 euros por permanecer inscritas en el Registro de parejas de hecho durante al menos tres años.
Una vez con pareja empezaban a realizar los trámites para conseguir la tarjeta de residencia, para poder ir a vivir y trabajar legalmente a Francia, dónde comprobar la situación de residencia tiene una gran dificultad para las autoridades francesas.
Los implicados en esta red de tráfico ilegal de personas colaboraban principalmente un ciudadano marroquí, que captaba a los inmigrantes, y una mujer ecuatoriana que era la encargada de buscar a chicas que aceptaran el acuerdo a cambio de 3.000 euros además de encontrar a empresas que les hicieran un contrato laboral ficticio para que justificase que las parejas nacionalizadas tenían capacidad económica para poder traer a sus parejas extranjeras.