El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha mencionado hasta en dos ocasiones al extesorero del Partido Popular, Luis Bárcenas. Un hecho prácticamente insólito teniendo en cuenta que ese nombre genera urticaria entre los 'populares' desde hace dos de años. «Me niego a discutir con el señor Bárcenas cuando tenga a bien hacer una declaración», ha dicho rotundamente el líder del Ejecutivo cuando en una entrevista concedida a Telecinco este lunes le han mostrado las imágenes del exsenador del PP saliendo de la cárcel y haciendo unas declaraciones en las que aseguraba que Mariano Rajoy no sólo conocía la existencia de la supuesta caja B del partido, sino que además había recibido dinero de ella. El presidente, por supuesto, ha negado la mayor: «Ni lo conocía, ni lo he recibido». Ésta ha sido la primera vez que el presidente se ha referido directamente a las últimas declaraciones del extesorero, que ha salido de la cárcel con ganas de guerra.
La segunda vez que ha mencionado su nombre ha sido para hablar del 'caso Bárcenas', pero no ha estado muy fino en el tiro. Ha dicho que el extesorero ya no está en el partido desde hace «siete años, cuando empezó el caso Bárcenas». Pero lo cierto es que el 'caso Bárcenas' no explotó hasta 2012. A lo que se refiere el presidente es al 'caso Gürtel', que explotó en febrero de 2009, y del cual ya resultó imputado Luis Bárcenas.
Dos meses después de esta imputación fue cuando Rajoy pronunció aquellas famosas palabras: «nadie podrá demostrar que Bárcenas no es inocente». Finalmente, sí es cierto que Bárcenas se dio de baja del PP en 2010, pero ello no le impidió seguir campando a sus anchas por Génova, 13. Tenía sueldo, despacho y hasta secretaria. Y todo saltó por los aires un poco más de un año después, cuando se descubrió que supuestamente tenía en Suiza más de 40 millones de euros.
Entonces fue cuando comenzó la pesadilla que ya todo el mundo conoce: aparecen los apuntes contables de Bárcenas, el extesorero ingresa en prisión, surgen los finiquitos en diferido, y la policía y los jueces empiezan a investigar a conciencia una supuesta contabilidad ilegal del Partido Popular. Hoy, tanto la fiscalía anticorrupcion, como el Consejo de Estado han acreditado que existió una caja B. Ahora, el argumentario oficial es que si esa caja realmente existió no era del partido, sino de que quien la gestionaba.
Hoy, la formación política está señalada como «partícipe a título lucrativo»; y eso es a juicio del partido ser «absolutamente ajeno» a estas prácticas. «Le aseguro que ni yo, ni ninguno de los actuales dirigentes conocíamos la existencia de esta caja», ha insistido el presidente este lunes.
El valor de esta entrevista ha estado sin duda en que todos los españoles hayan podido ver la cara de Rajoy después de escuchar las palabras exactas de su extesorero. El presidente dice entender la indignación de la gente, pero insiste en el discurso oficial: ya ha admitido errores; ha pedido perdón por ellos en el Congreso y en el Senado; la Policía, los jueces y la fiscalía están trabajando «como nunca» para perseguir a los corruptos; y está sacando reformas adelante que pretenden acabar con estas prácticas en el futuro. El presidente dice que se niega a estar debatiendo con Bárcenas, y que ahora debe de ser la Justicia la que tenga la última palabra.
«Es un tema que me tomo muy enserio», ha aseverado Rajoy, quien ha insistido en que una de sus prioridades es que los corruptos devuelvan el dinero robado y que por ello ha propuesto reformar el Código Penal al respecto. Sobre a la posibilidad del supuesto reingreso de Bárcenas al PP, que podría estar barajando el extesorero, Rajoy se ha quedado sin palabras: «Sí, eh, en fin…».
Andalucía y Podemos
Durante la entrevista también se han tocado dos de los temas estrellas de estas últimas semanas: el adelanto electoral en Andalucía; y el que a todas luces ya es considerado el principal rival político del PP, Podemos.
Sobre Andalucía ha insistido en la misma idea que una hora antes desgranaba el secretario de estado de relaciones con las Cortes, José Luis Ayllon. Es decir, el Gobierno no es partidario de ningún adelanto electoral, al menos, ha puntualizado Rajoy, que un Gobierno «no pueda aprobar presupuestos». Este no es el caso de Andalucía y por lo tanto dice no tener sentido. No obstante, y consciente de que la decisión es de Susana Díaz, ha dicho respetarla, aunque ha puntualizado que podía «haberlo hecho coincidir con las autonómicas de mayo». El motivo, aunque Rajoy no ha querido ser más explícito al respecto, pero sí recurre a él el Gobierno, es que podría suponer un ahorro de algo más de 5 millones de euros para los contribuyentes.
Sobre Podemos no ha querido ser tan directo como en la Convención Nacional del PP de este fin de semana, donde lo identificó como «conjuro caribeño» e incluso recurrió al contrato de 1.800 euros de Iňigo Errejón para desprestigiar a la formación, en esta ocasión se ha limitado a advertir de que «los Ppartidos grandes son los que han hecho grande a Europa».