viernes, septiembre 20, 2024
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El PP insiste en ‘vender’ una alianza asegurada entre PSOE y Podemos

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Mayorías absolutas o ¿PSOE-Podemos?, ¿PP-PSOE? Éstas son las opciones sobre las que más se especula en los mentideros políticos, no sólo para las próximas elecciones andaluzas, sino para todos los comicios previstos en 2015. Cada vez parece más evidente que las mayorías absolutas están en peligro de extinción; y que las próximas elecciones municipales, autonómicas y generales ofrecerán los escenarios más fragmentados que se recuerdan en décadas. «La era de los pactos», así es como lo identifican ya algunos políticos. Y en esta nueva era, el Partido Popular ya ha asumido que se mantendrá como espectador. Los conservadores apenas tienen competencia en su espectro ideológico de centro derecha -Vox está prácticamente muerto (si acaso rascará votos en la derecha más extrema) y Ciudadanos irrumpen con fuerza pero no con la suficiente como para hacer tambalear al PP-, así que su estrategia consiste en ver cómo los pactos hunden a sus rivales y les pone la «mayoría absoluta en bandeja» de cara a las próximas generales.

Los 'populares' son conscientes de que especular con un posible pacto PP-PSOE a quiénes más perjudican son a los socialistas, al igual que dar por aseguradas futuras alianzas entre PSOE y Podemos. Todo forma parte del mismo discurso: «el PP es la única alternativa real de Gobierno que dará estabilidad a España». Andalucía, que acaba de convocar elecciones para el próximo 22 de marzo, será el laboratorio del que saldrá el primer experimento postelectoral. No parece probable que Susana Díaz sea capaz de lograr mayoría absoluta -así al menos ya lo prevén algunas encuestas-, y ahí es donde el PP se frota las manos.

Los 'populares' saben que lo tienen todo en contra para lograr un resultado cuanto menos similar al que obtuvo en 2012 el por entonces candidato 'popular' Javier Arenas (ganó las elecciones pero una coalición entre PSOE e IU le arrebató el poder). Cuentan con un candidato prácticamente desconocido en la región y con muy poco tiempo para relanzarlo. Por ello, este miércoles, el presidente Rajoy ha acudido a la desesperada a los desayunos informativos que habitualmente organiza Fórum Europa en la capital para presentar a su cabeza de lista en Andalucía, Juan Manuel Moreno, el presidente del PP andaluz desde hace menos de un año, cuando el 'dedo divino' del presidente se posó sobre él. Una decisión que entonces ya se analizó en clave de guerra interna. Moreno, hasta entonces secretario de Estado de Asuntos Sociales e Igualdad, era el candidato de Arenas y de la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, frente al que por entonces ya estaba liderando el PP andaluz y era el que contaba con todos los apoyos, José Luis Sánz, senador y alcalde de Tomares, pero que muy a su pesar contaba con el apoyo de la 'enemiga' de la 'todopoderosa' Santamaría, María Dolores de Cospedal.

Un año después, esta decisión se ha traducido en un Partido Popular prácticamente anulado en Andalucía, que ha dejado a Susana Díaz deambular a sus anchas por la región. Ahora, no les queda más remedio que esperar y ver qué van a hacer sus rivales. «Yo estoy convencido de que Díaz tratará de mantener el poder a toda costa, así que no me extrañaría que fuera la primera en abrir la puerta de las instituciones a Podemos», ha asegurado Moreno este miércoles en Madrid. Tanto el PP, como el PSOE, como Podemos aún no quieren hablar de escenario postelectorales, pero para alargar la polémica, los 'populares' quieren mantener este incendio vivo e insinuar que ellos no estarían en contra de un pacto con el PSOE por la estabilidad. «Lo único que está claro es que nosotros no estamos con Podemos», ha insistido Moreno.

Los 'populares' son conscientes de que la izquierda será la principal damnificada de cara a las elecciones generales si el PSOE no logra mayoría absoluta en Andalucía, o en el resto de municipios y autonomías de España, y le toca pactar. «Eso nos pone a nosotros la mayoría absoluta en bandeja de cara a las generales», aseguran fuentes 'populares'. En el PP están convencidos de que una alianza PSOE-Podemos herirá de muerte a ambos. La teoría que se maneja en el PP es la siguiente: si el PSOE es el que da su apoyo a Podemos para gobernar en alguna institución importante, su electorado no dudará en emigrar a Podemos u otras opciones de izquierdas en las generales. Si es Podemos el que tiene que dar su apoyo al PSOE, el discurso de la «casta» volará por los aires. También existe una tercera opción: dejar gobernar al PP allá donde haya logrado más votos, como hizo IU con Extremadura. Esta opción tampoco les favorecerá.

Por el momento, Díaz ha asegurado que no gobernará con el PP; y que tampoco «se ve» unida a Podemos con quienes dice no sentirse «identificada». 

Adelanto electoral en Andalucía, un «trampolín»

Rajoy, por su parte, y utilizando como base el discurso que ya desgranó tanto en la Convención Nacional del PP, como en la entrevista que este lunes concedió en Telecinco, ha aprovechado la presentación a Juan Manuel Moreno -únicamente ha leído su currículum y le ha presentado como «un joven líder político de la España de hoy- para cargar duramente contra la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, a la que ha acusado de adelantar las elecciones «por capricho» e «intereses políticos» y «partidistas».

Es más, según el líder del Ejecutivo, Díaz quiere «utilizar» esta comunidad como «trampolín para otros fines alejados del interés de los andaluces». El presidente se refería así a los rumores internos que existen en el PSOE sobre la intención de Susana Díaz -que heredó el poder después de la dimisión de José Antonio Griñán- de utilizar Andalucía para legitimarse en las urnas con la única intención de dar el salto a la política nacional en unos meses. En los mentideros políticos se rumorea que Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero están detrás de este movimiento para acabar definitivamente con Pedro Sánchez. Rajoy parece dar pábulo a estas teorías.

El presidente del Gobierno ha criticado que tanto en Andalucía como en Cataluña se convoquen dos citas con las urnas que no «tocan» este año y ha asegurado que sería mejor para la situación económica si tanto Susana Díaz como a Artur Mas «abandonasen la política pequeña» y actuasen con «altura de miras». Rajoy también ha insistido en el componente del gasto electoral; y ha recordado a Díaz que ya que ha decidido adelantar un año los comicios, hacerlos coincidir con el 24 de mayo (cuando están previstas las elecciones municipales y autonómicas en 13 regiones) hubiera ahorrado costes al erario público. «En torno a 11 o 12 millones», ha asegurado Moreno. 

Tal y como ya publicó ESTRELLA DIGITAL, las cuatro convocatorias electorales de 2015 (dos de ellas, Andalucía y Cataluña, por «capricho» a ojos del Ejecutivo) costarán a los españoles más de 420 millones de euros. Y Rajoy se ha lamentado de ello. 

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