La implantación de grados de tres años en España supondrá reestructurar las plantillas de profesores de las universidades, según ha explicado el director general de IMF Business School, quien asegura haber colaborado con el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte en la elaboración del Decreto aprobado este viernes.
«Va a tener algunos efectos muy positivos, como que a un estudiante le cueste menos dinero obtener un grado, pero después también hará que las plantillas de las universidades se tengan que reestructurar. No olvidemos que estamos quitando un año de docencia de grado».
Aún así, considera que «es necesario» aunque asegura que el Gobierno «no ha valorado el impacto que va a tener sobre las plantillas de las universidades».
Entre los efectos que considera positivos de la reforma figuran el «ajuste» del modelo español al que tienen «el resto del espacio europeo a excepción de cuatro o cinco países y al que tiene la mayoría de latinoamérica».
Según Martínez, España «tenía un problema» con el anterior sistema debido a que la disparidad con el resto de países «creaba cierta inestabilidad y desconfianza» desde otros países y «dificultaba mucho la movilidad y el desarrollo de los estudiantes» españoles en el extranjero.
Por otra parte, ha señalado que «aunque el Gobierno insiste en la empleabilidad de los alumnos simplemente con el grado», a su juicio, quienes estudien solamente el grado «no van a tener muy fácil acceder al mercado laboral con el actual nivel de competitividad».
Aún así, ha coincidido con el ministerio de Educación en que lo habitual será que los estudiantes realicen master de un solo año y que los máster de dos, «seguramente serán para los que quieran tener una actividad más académica».
En este sentido, ha valorado como posible «efecto positivo» de la reforma, unida a la modificación que el Gobierno hizo para establecer un numero mínimo de alumnos para poner en marcha un programa de posgrado en las universidades públicas, es que los programas de master «estarán mucho más orientados al empleo y a ocupaciones específicas» y, por tanto, «al mercado laboral».
«En teoría tiene que favorecer el empleo porque va a permitir a los alumnos salir con una formación más especializada», ha asegurado.