No rápida, que ya existe, sino inmediata es la nueva fuerza de respuesta que la OTAN ha puesto en marcha como reacción clara al desafío ruso en Ucrania.
España liderará en 2016 la primera Fuerza de Muy Alta Disponibilidad de la OTAN (VJTF, Very High Readiness Joint Task Force) que los aliados acordaron crear en la Cumbre de Gales este septiembre para reforzar la seguridad euroatlántica.
«Es una responsabilidad que colocará a España a la altura de lo que le corresponde como país importante dentro de la OTAN», según explicó el ministro de Defensa, Pedro Morenés, al término de la reunión que los responsables de Defensa de la Alianza mantuvieron este jueves en Bruselas, donde se definió la nueva unidad multinacional de intervención rápida.
El jefe de Estado Mayor de la Defensa, almirante Fernando García Sánchez, ponía números este viernes al compromiso español, en total más de 4.000 militares: «España será en 2016 la responsable, la nación marco, con el objetivo de poder actuar en plazos cortos, en menos de una semana. Las cifras, que son aproximadas, estamos hablando de un cuartel general de unas mil personas, desde el punto de vista del componente terrestre serían unas cuatro o cinco mil personas, luego hay que añadir los componentes aéreos y marítimos, aún no totalmente definidos, también capacidad de operaciones especiales».
Morenés apuntó en Bruselas que «ésta es la primera respuesta firme, solidaria y cohesionada de todos los aliados frente a los desafíos que amenazan a nuestra seguridad, vengan de donde vengan». El ministro recalcó que la nueva fuerza no solo responde a la necesidad de reforzar la seguridad de la Alianza Atlántica en su frontera este, sino también «en el flanco sur», un área que, por su proximidad, preocupa especialmente a España, Francia, Italia y Portugal.
El ministro trata de lograr un compromiso de la OTAN con el Sahel, donde España ya cuenta con contingentes militares en Malí y República Centroafricana, y para ello presenta el aval de un firme apoyo a las iniciativas de la Alianza en el Este de Europa.
A la Fuerza de Muy Alta Disponibilidad a la que ha comprometido el liderazgo español esta semana, se suman el despliegue aéreo de cazas de combate Eurofighter que vigilan al vecino ruso en el norte de Europa; más el despliegue de una batería de misiles Patriot en la frontera turca -miembro de la OTAN- con Siria.
Con esta contribución y las misiones de Policía Aérea en el Báltico y la de protección de la población con la batería de misiles ‘Patriot’ en Turquía, «España demuestra su compromiso con la Alianza manteniendo una aportación sustancial a la seguridad euroatlántica», según el Ministerio de Defensa.
España será nación marco junto a Alemania, Francia, Italia, Polonia y Reino Unido, países que estarán al mando de las futuras rotaciones de esta fuerza, garantizando así la operatividad de la VJTF durante los próximos años.
La brigada VJTF será una brigada multinacional de hasta cinco batallones de maniobra, que se formará sobre un núcleo principal de fuerzas aportado por cada nación marco que la lidera, al que se suman elementos de otras naciones aliadas. La fuerza así constituida deberá estar lista para desplegar en breve espacio de tiempo, durante un año.
En el año anterior a su activación, la brigada pasará un proceso de preparación y certificación, debiendo estar preparada para desplegar, si fuera necesario. El año siguiente al de su activación, la brigada pasará a la situación de reserva, si bien deberá estar lista para un posible despliegue. De este modo, la OTAN dispondrá en todo momento de una fuerza de reacción de tres brigadas multinacionales.
El mando de la VJTF lo ejercerán, con carácter rotatorio, los Cuarteles Generales Terrestres de Alta Disponibilidad (CGTAD) de la estructura de fuerzas de la Alianza. De hecho, el CGTAD de Bétera se convertirá en el primer Cuartel General de su nivel capaz de mandar una fuerza conjunta una vez que sea certificado en el ejercicio ‘Trident Juncture 2015’.
Según comunicaba Defensa en una nota, «la situación de incertidumbre e indefinición en el este con la nueva posición estratégica rusa y la crisis provocada en Ucrania, así como en el flanco sur, con la crisis libia y la amenaza creciente del Estado Islámico, configuran el entorno geoestratégico en el que, tras la cumbre de Gales, la Alianza debe hacer frente a estas situaciones, reforzando la cohesión de sus miembros a las amenazas de la seguridad euroatlántica».
España cuenta actualmente con 1.093 militares integrados en operaciones OTAN, de ellos 443 en Afganistán, 377 en la misión Active Endeavour de seguridad en el Mediterráneo, 157 en Turquía (misiles Patriot) y 116 en Estonia (policía aérea en los países bálticos).