lunes, noviembre 25, 2024
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Rajoy alarga el misterio sobre Madrid y Valencia

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Continuismo donde estaba claro; e incógnita donde arrecia un pésimo temporal. El Comité Electoral Nacional, presidido por Alicia Sánchez Camacho, acuerda la primera lista de candidatos del Partido Popular para las elecciones municipales y autonómicas del 24 de mayo. En lo que respecta a los nombres que ya se han hecho públicos, se aprecia una clara tendencia al continuismo. Los presidentes autonómicos de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal; Aragón, Luisa Fernanda Rudi; Cantabria, Ignacio Diego, y Castilla y León, Juan Vicente Herrera vuelven a repetir como cabezas de lista en sus respectivos territorios, donde ya ganaron en las pasadas elecciones. Como es el caso del extremeño, José Antonio Monago, cuya candidatura ya fue aprobada el pasado 6 de febrero. Sin embargo, en aquellas regiones donde aún existe mucha incertidumbre, Rajoy ha optado por retrasar la decisión. Este es el caso de sus dos principales feudos, Madrid y Valencia, y de Murcia, donde el PP quedó totalmente huérfano tras la marcha de Ramón Luis Valcárcel al Parlamento Europeo.

En las tres regiones existe polémica. En Madrid sigue sin convencer el tándem formado por Esperanza Aguirre e Ignacio González; en Valencia no se fían de las posibilidades reales de éxito que tiene Alberto Fabra; y en Murcia no acaba de cuajar Alberto Garre, el sustituto de Valcárcel. El candidato preferido en Génova sigue siendo el consejero de Cultura, Pedro Antonio Sánchez, pero pesa sobre él una importante losa: está imputado por corrupción. El PP no tiene miedo en Murcia, no ve rivales con opción de arrebatarle el poder, pero el hecho de que aún no haya confirmado oficialmente a Garre lleva a pensar que la decisión aún está en proceso de meditación.

En el caso de Madrid y Valencia, es evidente que los sucesos acontecidos durante las últimas horas ha trastocado la poca planificación inicial que hubiera hasta el momento. Por un lado, la grave crisis interna que ha explotado en el PSOE tras el fulminante cese del que hasta el momento era el candidato socialista a la Comunidad de Madrid, Tomás Gómez, ha abierto un nuevo horizonte en el PP. Si hasta el momento Rajoy tenía serias dudas de apostar en la región madrileña por un frente excesivamente aguirrista (Esperanza para la alcaldía y su delfín, Ignacio González, para la comunidad), la salida de Gómez aún añade más incertidumbre en esta decisión. Hasta el momento, la comunidad estaba asegurada con González. Las encuestas otorgaban un pésimo resultado para el socialista; y a Rajoy no le preocupaba especialmente este escenario. Sobre González pesan dos destacadas cuestiones: sus implicaciones en escándalos de corrupción y el hecho de que no haya pasado nunca por el filtro de unas urnas (sustituyó a Aguirre cuando ésta dejó la primera línea política). Dos losas que parecían estar equilibradas por el bajo perfil de Gómez, también salpicado por corrupción, como rival.

Hoy, sin embargo, la elección de un nuevo candidato socialista para la Comunidad de Madrid abre nuevas opciones que el PP no contemplaba hasta el momento. Esperanza Aguirre parece más inmune al huracán del PSM, pero ella tampoco ha sido ratificada este viernes. Ambos salieron reforzados de la última Convención Nacional del PP celebrada en Madrid. Rajoy concedió unos minutos a González en la clausura, pese a que inicialmente no estaba previsto. Un gesto que en filas internas fue interpretado de aceptación. Al igual que las sonrisas, los besos y las palmadas en la espalda que se sucedieron entre Rajoy, Aguirre y González durante todo el cónclave. Parecía que todo estaba cerrado, pero de nuevo, la sombra de la duda se ha instalado en Génova 13. No parece que haya opciones reales que les haga sombra, pero en el PP no descartan que la salida del candidato socialista de Madrid dé lugar a un nuevo cambio de tronos.

Un misterio que se mantiene en Valencia, donde este viernes, un nuevo escándalo le ha vuelto a complicar la vida a Alberto Fabra. La Fiscalía Anticorrupción ha solicitado una pena de siete años y nueve meses de cárcel para dos destacados miembros de la cúpula de Francisco Camps: los exdirigentes del PPCV y exdiputados en las Corts Vicente Rambla y Ricardo Costa. Se les acusa de tres delitos electorales en 2007 y 2008 y otro delito de falsedad documental en relación con una presunta financiación irregular del partido, investigada dentro del caso Gürtel. Una cúpula que no le es ajena a Fabra. Las encuestas, incluso internas, alertan de descalabro en el feudo valenciano, y noticias como éstas no hacen más que enturbiar el futuro de la formación en la región. Por el momento, Rajoy tampoco ha querido posar su dedo divino sobre el actual presidente de la Comunidad Valenciana.

La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, que la semana pasada se mostró muy elocuente durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros cuando le preguntaron sobre el problema del número tres de Podemos con Hacienda, en esta ocasión ha eludido hacer ninguna valoración sobre el último escándalo que azota con fuerza al PP valenciano. La semana pasada llegó a acusar a Juan Carlos Monedero de poner en peligro los servicios públicos por no pagar los correspondientes impuestos. Esta semana, la Fiscalía Anticorrupción acusa a los suyos de financiación ilegal en Valencia; y Santamaría insiste en el respeto a las decisiones judiciales.

Aguirre, Ignacio González y Alberto Fabra han expresado públicamente en numerosas ocasiones su disposición a encabezar la lista, sin embargo, este lunes, aún acudirán al Comité Ejecutivo Nacional que ha convocado Rajoy sin saber aún si cuentan con su beneplácito.

 

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