El Partido Popular se echa a la calle. Primero lo hizo de manera figurada, llamando 'plazas' a los espacios de discusión en los que dividió su última Convención Nacional. Y ahora pretende que sus candidatos se reúnan con los vecinos en todos los pueblos, barrios y distritos de España. Reuniones en las plazas públicas, en las casas de pueblo, en las casas de la cultura, en definitiva, «en aquellos lugares en los que resulte más apropiado reunirse». Ésta es la última directriz transmitida por el director de campaña 'popular', Carlos Floriano, a todos los alcaldes, concejales y diputados autonómicos y nacionales. El objetivo: verse las caras con los vecinos de todos los municipios y explicarles -especialmente a los descontentos- los motivos que han llevado al Gobierno del PP a tomar determinadas decisiones a lo largo de esta legislatura. Los 'populares' se apropian así del modelo 15M, hacer más partícipe a los ciudadanos de sus políticas, y que tanto éxito le ha reportado a Podemos, su principal rival en las encuestas.
Son conscientes de que la política comunicativa no ha sido la más apropiada durante los últimos tres años, y están dispuestos a hacer todo lo posible para enmendar el error. Por este motivo, el PP va a hacer llegar «entre hoy y mañana» dos circulares a los candidatos 'populares' ya designados por el Comité Electoral Nacional para que se pongan manos a la obra. Por un lado, salir a la calle y reunirse «donde sea» con los vecinos de los pequeños municipios, de los barrios o de los distritos para «escuchar las criticas que tengan que hacerse a la gestión» y poder explicar los motivos de la misma. Y por otros lado, hacer especial hincapié en aquellas zonas donde los análisis hechos por la formación -comparando los resultados de las elecciones de 2011 con los de las últimas europeas- han puesto de manifiesto que se concentran los 2,8 millones de abstencionistas.
Carlos Floriano se ha resistido a concretar cuáles son las ciudades o las zonas donde el PP ha identificado más fuga de votos, pero sí ha asegurado que sólo ha puesto una condición a sus candidatos: comprometerse a incluir en el programa 'popular' sólo aquellas iniciativas que propongan los vecinos y que sea posible cumplir. De esta manera, los 'populares' tratan de enmendar su principal error en esta legislatura: confeccionar un programa electoral que sabía que no podría cumplir. Un riesgo que asumieron para llegar a La Moncloa y que ahora les está pasando factura: han perdido la confianza de casi 3 millones de votantes.
Hoy, la forma de enmendarlo es incluir en su argumentario una verdad a medias. Han subido los impuestos, aún no han aprobado la reforma del aborto y han decepcionado a las víctimas permitiendo la puesta en libertad masiva de presos de ETA, pero se consuelan alardeando de haber cumplido con «el principal de los objetivos» comprometidos: «revertir la grave situación económica (decrecimiento económico y paro)». «Somos conscientes de que aún queda mucho que hacer, pero la economía española ha cambiado de rumbo», ha insistido el vicesecretario de organización, Carlos Floriano, en la rueda de prensa posterior al Comité Ejecutivo Nacional que ha reunido a la cúpula del partido y a todos los 'barones' autonómicos este lunes en Génova. Una reunión corta, de apenas 40 minutos, en la que el presidente, Mariano Rajoy, ha vuelto a insuflar una buena dosis de optimismo a los suyos. «Tenemos el viento a favor», ha proclamado el también presidente del Gobierno.
Encuestas y candidatos
Un mensaje en el que van implícitas dos ideas claves. La cuestión económica, que es la que va a poner en valor en el debate sobre el Estado de la Nación de la próxima semana. Y las encuestas. Según los sondeos internos elaborados por Pedro Arriola y que maneja la formación, el PP ganaría y Podemos se «estancaría». Así lo ha confirmado Rajoy a puerta cerrada, y posteriormente lo ha transmitido Floriano en rueda de prensa. Unos resultados que no reflejan mayorías absolutas, pero que podrían relentizar aún más la designación de algunos de sus candidatos más controvertidos. Una decisión que ahora el PP no descarta que se pueda retrasar «hasta finales de marzo», pese a que la previsión inicial era febrero.
El pasado viernes, el Comité Electoral Nacional, presidido por Alicia Sánchez Camacho, ya dio luz verde a 50 candidaturas, las más fáciles, pero aún queda por determinar algunas de las más polémicas: Madrid, Valencia, Murcia y Melilla. Este lunes, de nuevo no ha habido ninguna pista al respecto. Los 'populares' piden respetar sus «tiempos».
Ahora el protagonista parece ser el presidente de Melilla, el 'popular' Juan José Imbroda, en el ojo del huracán tras la apertura por parte del Tribunal Supremo de una causa penal por un presunto delito de prevaricación en la contratación a dedo de un abogado. Él ya ha confirmado que quiere continuar como candidato; y en el PP no parece que haya problemas. Tal y como ha confirmado Floriano, su partido estudiará «por separado» todos las imputaciones, puesto que no todas «son iguales». El 'popular' ha aprovechado la comparecencia de este lunes para apuntar que la de Imbroda es una imputación por presunta prevaricación administrativa, dando a entender que no tiene la misma carga que otras acusaciones. «En Almería hay otro alcalde que les dio agua a dos vecinos con todos informes favorables y sin ninguna advertencia de ilegalidad: presunta prevaricación administrativa. Por eso creo que todos los casos no son iguales y no conviene hacer generalizaciones», ha zanjado.