«Lo que no cabe en mi partido son personas que dicen no al aborto». Esta es la declaración que la vicepresidenta segunda de la Mesa del Congreso, la 'popular' Celia Villalobos, hizo el pasado sábado en el programa de LaSextaNoche. Y las palabras que este lunes ha aprovechado la formación liderada por Santiago Abascal para robar votos al partido en el que militó hasta hace poco más de un año. Hoy Vox se presenta como «esa casa común de La Derecha, en la que convivir liberales y conservadores, patriotas y democristianos, empresarios y empleados para defender la atención a los más desfavorecidos, el derecho a la vida y el renacimiento demográfico».
El partido de Abascal ha agradecido a través de un comunicado oficial «la claridad de la señora Villalobos», porque según esta formación de extrema derecha, lo que la mujer de Pedro Arriola -el gran 'gurú' sociológico de Mariano Rajoy- hizo el pasado sábado en televisión no fue otra cosa que explicar «con palabras» lo que el Gobierno ya está ejerciendo por la vía de los hechos. Es decir, el «viraje drástico» del Partido Popular, «abandonando por completo la defensa del no nacido, y apuntándose a la promoción del aborto en los mismos términos que el PSOE, ratificándolo como un derecho». Una «nueva traición» de su programa en «materia provida», advierten desde Vox, donde se identifican a si mismos de «más necesarios que nunca».
Por este motivo, la formación de Abascal «abre los brazos y tiende la mano a los cargos públicos, militantes y electores del PP que se sientan aludidos por las palabras de Villalobos». «No es útil votar ni apoyar aquellas formaciones que han asumido por completo los contravalores de la izquierda», advierten desde Vox, donde aseguran querer «construir la gran casa común de la derecha, donde todas los corrientes confluyan para crear una gran alternativa en España, volviendo a dar voz en las instituciones a millones de españoles que se han quedado huérfanos políticamente».
El partido fundado a principios de 2014 por los exdirigentes 'populares' Santiago Abascal y Alejo Vidal-Quadras y el exfuncionario de prisiones secuestrado por ETA, José Antonio Ortega Lara, está desesperado por saltar a la palestra, y no lo consigue. Perdió su oportunidad durante las pasadas elecciones europeas, cuando se quedó a las puertas de lograr escaño en el Parlamento Europeo. Y desde entonces no ha levantado cabeza. Una dura crisis interna acabó con algunos de sus principales dirigentes fuera de la formación, como fue el caso de Vidal-Quadras; pero siguen sin encontrar su sitio. Insisten en presentarse como una «amenaza» para el Partido Popular, pero lo cierto es que ni las encuestas, ni Génova, 13 se acuerdan de su existencia.