La Audiencia de Alicante ha condenado a otros 26 años de prisión a un violador en serie, F.J.C., que actuaba principalmente en garajes de la capital de esta provincia, por otras dos agresiones sexuales a mujeres cometidas el 7 de junio de 2005 y el 23 de mayo de 2013. El sospechoso ha sido ya condenado en tres ocasiones anteriores a penas que suman 36 años de cárcel por hechos similares.
Durante la vista oral celebrada el pasado 9 de enero, el acusado negó que asaltara a dos mujeres para obligarlas a mantener sexo oral en aparcamientos subterráneos de edificios de la ciudad, aunque las víctimas ratificaron sus denuncias y describieron un 'modus operandi' idéntico, según el cual el reo se coló detrás de ellas en los garajes de sus respectivas fincas, les amenazó con cuchillos y les obligó a realizarle una felación antes de salir huyendo.
En la nueva sentencia, hecha pública este martes, la sección segunda de la Audiencia Provincial de Alicante, considera probadas ambas agresiones sexuales a partir de los testimonios de las propias perjudicadas, que ofrecen «pleno crédito» a los magistrados y determinan la imposición de sendas penas de 13 años de prisión.
Así, en el primer caso, registrado el 7 de junio de 2005 en un garaje del barrio de San Blas, la testigo confirmó en la vista oral que identificó plenamente en una rueda de reconocimiento a Francisco José J.C. como el autor de la agresión sexual que sufrió, y lo hizo «sin ninguna duda».
Para la sala, no existe «razón alguna para pensar que la testigo ha simulado ser víctima de un delito y ha asumido por capricho el sufrimiento que acarrean las molestias y situaciones estresantes que su posición lleva consigo».
Sobre el argumento del abogado defensor de que el reconocimiento fotográfico pudo estar viciado, el tribunal señala que el hecho de que pudiera haber identificado previamente a la rueda al sospechoso en fotografías exhibidas por policías «no contamina ni erosiona la confianza que pueden suscitar sus posteriores manifestaciones».
Igualmente, consideran los magistrados que ha quedado plenamente probada la agresión sexual cometida el 23 de mayo de 2013, pues en este caso, a la declaración de la víctima, que también identificó al violador en una rueda de reconocimiento, se suma una prueba de ADN tomada a la mujer que se correspondía con el perfil genético de F.J.C.
A este respecto, la sala explica que la recogida de muestras «se documentó y referenció suficientemente para su envío al laboratorio oficial», por lo que no se produjo irregularidad alguna en la cadena de custodia como pretendía la defensa del condenado, sino a lo sumo «la comisión de algún posible error».