Agenda social y optimismo. Poca sorpresa en el primer gran mitin del año del presidente Mariano Rajoy. El debate sobre el Estado de la Nación ha servido de pistoletazo de salida a una campaña electoral que sin duda se antoja complicada para el partido del Gobierno. Por ello, Rajoy no sólo ha hecho uso de un discurso cercano al triunfalismo económico -que ha intentado rebajar utilizando en varias ocasiones la coletilla «aún queda mucho por hacer»-, sino que también ha empleado la última parte de su tiempo, tal y como estaba previsto, a anunciar una batería de ayudas sociales que él cree que le servirán para reconciliarse con las clases medias, donde es evidente que se concentran prácticamente los 3 millones de votantes perdidos a lo largo de esta legislatura.
Hasta el momento, su principal enemigo era la abstención. Pero en las últimas semanas, las encuestas le ha alertado de otro. Ciudadanos, el partido liderado por Albert Rivera, podría hacerle sombra en los próximos comicios. Algunos de los últimos sondeos ya le colocan en cuarta posición, y la formación liderada por Rajoy sabe que los de Rivera, a diferencia de Podemos, sí constituyen una alternativa real a su proyecto político. En este sentido, el presidente del Gobierno no ha desaprovechado la oportunidad que este debate parlamentario le brindaba para insistir en que aún queda tiempo para dar un vuelco a la situación social de los españoles. Las familias, los aútonomos, los empresarios y los endeudados serán los principales beneficiados de las cuatro iniciativas estrella del Ejecutivo 'popular', a las que aún le falta mucha letra pequeña para concretar bien en qué consistirán. A continuación, las únicas pinceladas ofrecidas por el presidente Rajoy.
1. Tarifa plana para los nuevos contratos indefinidos. Los 500 primeros euros de sueldo de los nuevos contratos fijos quedarán libres de cotización. Esta reducción no tendrá «ningún impacto en la generación de derechos de prestaciones» y con ella se intentará «favorecer» a los colectivos con mayores dificultades para su inserción laboral. La cotización a la seguridad social con salarios bajos se reducirá un 70%. En los salarios de 1000 euros un 50%. Y los que cobren más verán reducidas sus cotizaciones un 14%.
2. El cheque familiar de 1200 euros al año se extenderá a familias monoparentales con dos hijos. Se mantendrá hasta que los hijos tengan 21 años o 25 en el caso de que sean estudiantes. Esta ayuda será compatible con los 100 euros mensuales que reciben las madres trabajadoras con hijos menores de 3 años, en vigor desde 2002.
3. Bonificación para la conciliación de los trabajadores autónomos. Se bonificará durante un año el 100% de la cotización de la Seguridad Social por contingencias comunes de los trabajadores que necesiten cuidar a sus hijos de menos de 7 años o de personas mayores en situación de dependencia. Una bonificación que va dirigida a los autónomos que «contraten un trabajador que le permita el mantenimiento de la actividad».
4. Ley de segunda oportunidad. En este punto ha existido cierta confusión con la posibilidad de que fuera implícita la famosa «dación en pago». Lo único conocido hasta el momento es que el texto en ningún momento hace mención a este concepto. Con esta ley se establece que las personas naturales no empresarias también podrán utilizar la figura del «acuerdo extrajudicial de pagos» para hacer frente a sus deudas. Y el documento elaborado por el Gobierno a este respecto añade: «el deudor persona natural podrá exonerar las deudas remanentes tras la liquidación de sus bienes, en el marco del procedimiento concursal». En ningún momento se detalla que esta situación se refiera a las viviendas.
Además, también reformará el Código de Buenas Prácticas bancarias que afectará principalmente a la llamada clausula suelo. Revisará el sistema de tasas judiciales. Y creará la Oficina de Gestión y recuperación de Activos derivados del delito.
Aunque en lo que el presidente Rajoy ha centrado gran parte de su discurso ha sido en la economía. Tanto es así, que ha empleado esta intervención para anunciar que «en 2015 el crecimiento llegará al 2,4%, es decir, cuatro décimas más de lo que se preveía hasta ahora». En esta ocasión no se ha atrevido a hablar del «fin de la crisis», para evitar los palos asegurados de la oposición, pero sí ha dado por terminada la «pesadilla». «El estado de España es el de una nación que ha salido de la pesadilla, se ha rescatado a sí misma, ha recuperado la confianza económica, goza de prestigio, vuelve a ser atractiva para los inversores, ha reordenado su funcionamiento y ve cómo crecen el consumo y la inversión». Además, Rajoy ha puesto en valor en reiteradas ocasiones su decisión de no pedir el rescate, hasta el punto de decir que «la gran medida de política social de la legislatura fue evitar el rescate, la mejor«. «Nos negamos a salir de la crisis a costa de los pensionistas, los parados y la caja de la Seguridad Social», ha insistido.
Rajoy ha abierto el Debate centrado en defender que su Gobierno ha enderezado el rumbo económico del país y de estar cumpliendo los tres objetivos que presentó en su investidura: «detener la sangría del paro, estimular el crecimiento y acelerar el regreso de la creación de empleo». Y lo ha concluido centrado en su otra obsesión: la irrupción de nuevas fuerzas políticas que amenazan con el fin del bipartidismo. Podemos -en el discurso político- y Ciudadanos -en sus propuestas económicas- han sido los principales receptores de sus dardos. En este sentido, ha alertado sobre la «demagogia», las «ventoleras ideológicas» y sobre lo que «quieren vender remedios mágicos». «El clima es el mismo para todos, y ahora España es la que más crece y la que más empleo crea en Europa. Y antes España era la que menos crecía y la que más empleo destruía. No es el clima, son las buenas políticas», ha advertido un Rajoy que ha vuelto a insistir en que entre 2014 y 2015 se creará un millón de empleos.