Se llama Wilmer Baute y quizá él no lo sepa, pero se ha convertido en el nuevo experimento de los medios de comunicación que intentan quemarle combustible a la formación de Pablo Iglesias. “He sido primera plana en La Gaceta y La Razón”, comenta sin reflejos de malicia. De la noche a la mañana los focos se han centrado en él. Y hasta Telemadrid le ha cortejado para hacerle parte de uno de los reality de Másmadrid. Tiene 25 años, y aunque su aspecto podría asemejarse más al de un estudiante de filosofía, asegura proceder del mundo militar. “Fui fusilero de la Fuerza Armada”, asegura.
Hoy vive en España porque no comulga con el régimen chavista. Y ésta es la principal razón que le ha llevado a formar parte del Movimiento Español Venezolano AntiPodemos (MEVA), cuyo objetivo es advertir sobre la implantación que Pablo Iglesias y su partido pretenden hacer en este país del modelo de Hugo Chávez. Se formó hace escasos veinte días; y el pasado 15 de febrero convocó una asamblea en el corazón histórico de la ciudad a la que acudieron más periodistas que asistentes. Baute cree que es “normal”, por la premura con la que se han desarrollado los acontecimiento, pero asegura que ha habido muchas personas que le han manifestado “su solidaridad y su apoyo”. “Eso lo que nos da más fuerza y ganas para seguir trabajando en esto”, asegura el portavoz de MEVA.
Este joven venezolano, hoy en paro después de haber trabajado en distintas empresas vendiendo portátiles, asegura que existen paralelismos entre los círculos bolivarianos de Venezuela y los círculos de Podemos en España. Observa similitudes entre la Constituyente fundacional del chavismo y la que ahora impulsa Pablo Iglesias para transformar al Estado español. Y piensa que si España sale de la zona euro eso significaría la adopción de un control cambiario como el que rige en Venezuela. Este es el motivo de su lucha. “Lo importante de esto es tener las ganas y la ambición. Vamos a contar con el apoyo de los españoles en la calle y de los venezolanos que tenemos el malestar de que el dinero público de Venezuela se viene aquí a financiar a un partido político”, insiste este nieto de inmigrante canario.
En los últimos tiempos han surgido muchos movimientos ‘antipodemos’ en las redes sociales, pero el MEVA se ha convertido en la marca estrella. “La diferencia es que nosotros intentamos movilizar a la sociedad española, a los venezolanos residentes en España y de otras nacionalidades a que apoyen nuestra causa. Nosotros somos un movimiento, movemos, queremos mover a la gente para denunciar lo que está ocurriendo aquí en España”, explica Baute, que asegura contar con el apoyo y la simpatía “de la mayoría de las redes sociales que tienen registrados movimientos ‘antipodemos’”.
Su experiencia con el chavismo no ha sido buena. Estudió el bachillerato en el Liceo Gran Mariscal de Ayacucho en Caracas, donde tuvo la oportunidad de conocer al general Raúl Isaías Baduel, hoy preso político del régimen de Nicolás Maduro. Y también estudió dos años de ingeniería informática en Universidad Nacional Experimental Politécnica de la Fuerza Armada Nacional (UNEFA), pero se retiró porque llegó a repudiar la penetración de la propaganda oficialista. Le llegaron a pedir que hiciera una lista con los compañeros que no comulgaran con el gobierno y los constreñían a asistir a las marchas y mítines de Hugo Chávez en aquel entonces. Todo eso ayudó a que emigrara a España como muchos jóvenes hoy en día que procuran salir de Venezuela.