Es casi inevitable pensar en Susana Díaz cuando se habla de Andalucía. Sus golpes de autoridad, su voz bronca mientras pronuncia su discurso encendido, agarrada al atril con fuerza, convencida de que ganará las elecciones el próximo 22 de marzo, representan la imagen del nuevo socialismo andaluz -aunque a la vez siempre ligada al viejo- que pretende reconducir los desaguisados de sus antecesores. El magistrado del Tribunal Supremo ha citado a los expresidentes de la comunidad, José Antonio Griñán y Manuel Chavez, en calidad de imputados para responder en la causa que investiga el caso de los ERE.
Impulsada por las viejas glorias del PSOE-A el objetivo de la presidenta de la Junta consiste en salvaguardar la hegemonía socialista en la comunidad autónoma, intacta desde hace 35 años. Desde el inicio de la democracia el PSOE siempre ha gobernado en Andalucía, nunca ha perdido el poder y ahora ha puesto en Díaz todas sus esperanzas para que eso no ocurra en los próximos comicios. Los socialistas no están dispuestos a perder la federación más grande del país.
Agarró el toro por los cuernos el pasado mes de septiembre cuando el Gobierno de la Junta, agónico tras el disparo de muerte de la Juez Alaya y el caso de los ERE, parecía haber tocado fondo. Taponó el orificio de la herida y frenó la hemorragia provocada por las incontables imputaciones relacionadas con el cerco de corrupción que asola Andalucía y que dejaron al partido desestabilizado. O por lo menos eso vaticinan las encuestas, puesto que otorgan la victoria a la lideresa. Lo que parecía ser una debacle se perfila ahora como un duro golpe que todavía permite al PSOE-A salvar los muebles.
Díaz se crió en las agrupaciones socialistas de Andalucía. Los que la conocen cuentan que desde muy joven comenzó a hacerse un hueco gracias a su habilidad para sumar apoyos. Conoce al dedillo el funcionamiento orgánico del partido, clave para lograr el éxito en su hazaña, dicen los socialistas. “Ella ha conseguido la unidad de todo el partido, ha conseguido la unión orgánica. Es muy astuta políticamente. Fue pactando y desactivando las viejas peleas familiares, como en Cádiz y en Jaén, hasta que ha logrado mantener la unidad. Ha ido creando un perfil que parece que funciona”, comentan fuentes socialistas.
La oposición en Andalucía
No le tembló el pulso para responder al jaque perpetrado por Izquierda Unida y anunció el anticipo de elecciones en la región tras alegar inestabilidad en el parlamento andaluz. Un movimiento que pilló por sorpresa a la oposición. “Dejó a contra pie a IU y a Podemos”, asguran las mismas fuentes. Mientras los de Maíllo se recomponen del mazazo y planean su estrategia, Teresa Rodríguez se ha convertido en el contrapunto de Díaz. Aupada en el proceso de primarias por la mayoría de votos, la líder de Podemos irrumpe en el panorama electoral y consolida poco a poco su hueco en el tablero. Los sondeos situan a la formación morada como tercera fuerza.
Rodríguez, maestra de escuela, ha manifestado que la única opción para romper el dominio socialista reside en la victoria de Podemos. “Es la única fuerza política que garantiza el cambio en Andalucía”. El próximo cinco de marzo abandonará su escaño en el Parlamento Europeo para centrarse en su cometido. Asegura que su objetivo principal será poner en marcha políticas “anticrisis” y en sus intervenciones ataca donde más duele. Rodríguez ha dejado al descubierto en varias ocasiones las deficiencias del gobierno de Díaz: el desempleo, los recortes y los problemas en el funcionamiento de los servicios sociales. “Vuelven a emigrar los jóvenes, vuelven los mismos pañuelos llenos de lágrimas en los aeropuertos, los recortes en sanidad, la dependencia y los servicios sociales. Vuelvo al sur con la intención de hacer de Andalucía una tierra de oportunidades, a la que merezca la pena volver”.
Por otro lado, para Juanma Moreno, candidato del Partido Popular, el panorama se presenta complicado. Aunque los ‘populares’ permanecen en los sondeos como segunda fuerza en los sondeos, el liderazgo del candidato propuesto por Soraya Sáenz de Santamaría, no termina de convencer. Es el gran desconocido y la polémica por las modificaciones de su curriculum no le han ayudado.
Este sábado se celebra el día de Andalucía, aunque Díaz en una nueva demostración de fuerza decidió anticiparse y el pasado 22 de febrero celebró en Granada el 28-F. La lider socialista logró reunir a 4.000 personas y volvió repetir que “no cruzará Despeñaperros” y permanecerá en su tierra.