El programa se llama «Buddies» y es un proyecto de terapia asistida por animales de compañía que consiste en un curso de adiestramiento canino que llevan a cabo los adolescentes en Centro Residenciales de Acción Educativa (CRAE). Los jóvenes aprenden a educar a los perros con un método de reforzamiento positivo que hace hincapié en el bienestar del animal y el de su educador, que en este caso es el menor. «Se trata de la introducción de un perro o varios dentro de un equipo multidisciplinar. El perro no deja de ser una herramienta más que se pone a disposición del psicólogo, educador, logopeda o fisioterapeuta para trabajar aquellos aspectos que el usuario necesita», comenta Maribel Vila, encargada del área de Terapias Asistidas con Animales de Compañía de la Fundación Affinty.
En los CRAE conviven niños y jóvenes de 14 a 18 años que han vivido situaciones de maltrato, abusos, negligencia, abandono o falta de atención por parte de sus familias y por eso requieren una especial atención ante determinadas situaciones o necesidades educativas y asistenciales. Dar respuesta a esas carencias es el objetivo que se persigue con el impulso de este proyecto.
Se utilizan perros de todo tipo: de raza, de protectoras, grandes, pequeños… «Los perros son una excusa maravillosa para hablar de emociones, para que afloren temas importantes. Hace poco tuvimos un perro abandonado y contamos su situación, los chavales estuvieron un rato en contacto con él y uno de ellos dijo de repente que las madres no deberían abandonar a los bebés. Este crío lleva siete meses en el centro y los psicólogos, hasta ese momento, no habían conseguido que hablase de sus sentimientos, de sí mismo», comenta Vila.
Casos hay muchos. Todas historias de superación. Otro de los adolescentes se escapaba sistemáticamente del centro, hasta que llegaron los perros. Desde entonces no lo ha vuelto a intentar y está muy motivado con la experiencia. «Los perros aceptan a las personas incondicionalmente. No juzgan. A la mayoría de estos chavales les han fallado los adultos y se han sentido rechazados y la aceptación por parte de los animales supone una validación personal. Además, los animales de compañía son una fuente de salud y apoyo para las personas.», asegura Vila.
Durante el programa, los niños aprenden a educar a los perros con un método que hace hincapié en el bienestar del animal y de su instructor y se forman fuertes vínculos a la vez que se adiestra. «Con este tipo de terapia se busca fomentar una actitud positiva en los niños, mejorar la comunicación y la capacidad de expresión de sentimiento por parte de los menores, aprender lecciones básicas con el perro que podrán extrapolarse a otros ámbitos de convivencia y mejorar el estado emocional gracias al vínculo con los animales», afirma Maribel Vila.
El programa «Buddies» tiene como objetivo mejorar el estado físico, emocional y mental de los menores, mejorar su autoestima y la auto percepción, mejorar su confianza y seguridad, aumentar la expresión de sentimientos y mejorar las relaciones sociales, aumentar el autocontrol y la tolerancia a la frustración, normalizar la relación hacia los psicólogos y educadores del centro y fomentar un ambiente en favor del aprendizaje y la enseñanza. «Es la primera vez en España que se realiza este tipo de terapias con menores con un análisis científico de los beneficios y evolución de los adolescentes. Ahora se realiza en Barcelona, pero si todo va bien esperamos poder ponerlo en práctica en otros centros españoles», dice Vila.
El programa «Buddies» ya se ha aplicado en otros países de Europa y Estados Unidos con otros nombres. Aquí la terapia con animales todavía es muy desconocida para mucha gente. Hay una gran falta de información y educación al respecto. Solo un dato más, en Estados Unidos, por ejemplo, este tipo de experiencias se llevan a cabo en hospitales y los perros entran en las unidades de oncología porque se ha comprobado que relajan mucho a los pacientes y, así, aceptan mejor la quimioterapia. Aquí, de momento, esto es impensable.