El periodo electoral siempre es un buen momento para fumar la pipa de la paz. Y eso es lo que harán el próximo 7 de marzo, la víspera del Día Internacional de la Mujer, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, y la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal. Su jefe, Mariano Rajoy, las necesita para homenajear a las mujeres y acabar de golpe y porrazo con las agrias -y tan dañinas en tiempos electorales- acusaciones de que lleva tres años legislando en contra de las mujeres, el 50% del electorado al que este año deberá convencer si quiere seguir gobernando. Y ahí estarán ambas –ajenas a la multitud de rumores y leyendas urbanas que existen sobre su mala relación y que llevan varios años afectando al devenir del partido que sustenta al Gobierno-, defendiendo que el PP es un partido que también piensa en femenino.
Tal y como ha anunciado el director de campaña del PP, Carlos Floriano, el acto tendrá lugar en Sevilla el próximo sábado, será clausurado por las 'número dos' de Rajoy en el Gobierno y en el partido, y contará con la presencia de «destacados dirigentes». Entre ellos, el ministro de Sanidad, Asuntos Sociales e Igualdad, Alfonso Alonso, que volverá a insistir en el Plan Especial para la igualdad entre hombres y mujeres en el ámbito laboral y salarial que el presidente Rajoy ya anunció en el Congreso de los Diputados el pasado 18 de marzo después de soportar la críticas del líder de la oposición, Pedro Sánchez, a este respecto.
«Hace 30 años usted dejó escrito que acortar las diferencias salariales era una suerte de envidia igualitaria. No me importa lo que escribió hace 30 años. Me importa más que legisla usted con la mentalidad de hace 30 años, que se ha olvidado del 50% de la población, de las mujeres (…) La diferencia es que nosotros no llamamos a esto envidia igualitaria, sino equidad», afeó Sánchez a Rajoy en el Parlamento Nacional. Una dura acusación que quiso hacer coincidir con el Día por la Igualdad Salarial entre hombres y mujeres, que se celebraba el 22 de febrero. El socialista aprovechó su intervención de entonces para recordar la situación laboral en la que viven las mujeres españolas: cobran un 24% menos que los hombres, sus pensiones son un 39% más bajas, y dos millones de ella tienen que vivir con 700 euros al mes. «Además, el 70% de los contratos a tiempo parcial están en manos de mujeres, la mayoría de manera involuntaria, y la reforma laboral ha destruido 162.000 empleos femeninos desde su aprobación», zanjó el líder de los socialistas.
Al presidente del Gobierno no le quedó más remedio que agachar las orejas y aceptar la realidad, y después de intentar defenderse recordando que los salarios no los fija ni el Gobierno ni el PSOE, sino los sindicatos y la patronal, anunció un plan de igualdad en el ámbito laboral. Un plan en el que volvió a insistir durante el debate sobre el Estado de la Nación; y que presumiblemente su partido volverá a utilizar este sábado como antídoto contra la fuga del voto femenino. Para ello, qué mejor que tirar de las dos mujeres más importantes de su vida profesional, y «demostrar que él es un hombre que respeta a las mujeres y confía en ellas y su valía», explican desde círculos 'populares'.
De esta forma, Cospedal y Santamaría protagonizarán el primer acto de campaña juntas; y quien sabe si el último. «No se pueden ni ver», radiografían muchos 'populares' consultados por este diario. Pero si algo tienen en común ambas es que saben cuándo tienen que estar al pie de cañón. El jefe las necesita para reconciliarse con el sector femenino, y ahí estarán ambas, aunque luego, entre bambalinas maniobren para hundirse la una a la otra.