Cuatro años separan ambas fotos. Una, tomada durante la acampada en Sol, el famoso 15M de 2011. La otra, el fin del recorrido de la Marcha del Cambio que celebró Podemos el pasado 31 de enero. Son tan parecidas que podrían llegar a confundirse… si no fuera por las tiendas de campaña. Los eslóganes: el cambio, la búsqueda de una alternativa para la política española. Pero, ¿son las mismas personas las que asistieron tanto a una reunión como a la otra? Durante tres años varias formaciones han buscado metabolizar el batiburrillo de ideas, siglas y peticiones de aquel 15M. La formación de Pablo Iglesias ha cautivado el descontento de gran parte de los indignados, pero no es Podemos todo lo que fue 15M.
Muchos fueron los colectivos que surgieron antes y durante el 15M y de diversas temáticas: democracia, anti-represión, transparencia, educación… Algunos de ellos tuvieron suerte y después de 28 días en la Puerta del Sol trasladaron su trabajo a asambleas de barrio, como Municipalia (germen de lo que hoy se conoce como Ganemos), Equo, Juventud Sin Futuro o PAH (Plataformas de Afectados por las Hipotecas). Estas formaciones han unido sus fuerzas pero aún no se sabe si se presentarán con el paraguas de Podemos a las elecciones autonómicas de Madrid. Otros colectivos no tuvieron la misma suerte, como Democracia 4.0, que lleva desaparecida desde octubre de 2011, o como sucedió con Por la Democracia Directa, que no da señales de vida desde el año pasado.
El Partido Pirata ha sido uno de los que decidió unir fuerzas después de la Acampada en Sol con Ganemos y que ha recibido con los brazos abiertos la colaboración del ascendente Podemos. Sin embargo, hay ciertos aspectos de la unión que no terminan de convencer a Lorena Muller-Nischt, miembro de la Confederación Pirata, ya que según comenta, detrás de esta agrupación hay trabajo de “un montón de partidos, de ciudadanos de a pie y movimientos sociales” pero, sólo parece haber dos caras visibles en los actos y en las ruedas de prensa: los portavoces de Ganemos y Podemos.
En el caso del Partido X, uno de los hijos del 15M, también hay ciertas discrepancias. Se unieron inicialmente a Ganemos y la llegada de Podemos a la coalición suponía una esperanza de cambio. Sin embargo, Ruben Sáez, portavoz del partido, manifiesta que “el tipo de confluencia no es mucho nuestro estilo”, ya que preferirían que los partidos concurriesen juntos pero que cada uno mantuviese su autonomía. Como esto no es así, el Partido X ha decidido distanciarse un poco de esta confluencia, aunque se muestran encantados de poder seguir ayudando en asambleas y contenidos.
En cambio, algunas formaciones madrileñas han ido desarrollándose de forma individual y han dejado pasar el tren de Podemos-Ganemos. Ese es el caso del partido Decisión Ciudadana que optó por no apoyar esta coalición porque “no se basan en el pueblo”. Miguel Arroyo, secretario de organización del grupo, no cree que estos partidos sean la solución para la situación de la política española ya que no tienen un “sentir común”. “Están siempre peleándose unos con otros. No tienen claro el concepto de partido y eso se traduce en pérdida de afiliados”, declara el secretario de la formación que defiende la manera de hacer las cosas de su partido. Según mantiene, su partido no necesita “estrellas mediáticas” porque eso les hace evitar crecer “de forma extraña”.
Este partido no sólo tiene discrepancias con esta coalición ahora, sino que viene de atrás, de lo sucedido en Sol durante mayo de 2011. “Participamos en Asambleas, pero allí estaba siempre todo decidido”, recrimina Arroyo del funcionamiento del movimiento, ya que los jefes de las Asambleas eran los que habían estado controlándolas desde el principio y apenas permitían injerencias de otros manifestantes en la toma de decisiones.