La ministra de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, ha anunciado este miércoles que su departamento aportará 60 millones de euros al Real Decreto que aprobará el Gobierno el próximo viernes para paliar e indemnizar los daños producidos por las inundaciones en el curso del río Ebro.
En un Desayuno Informativo de Europa Press, la ministra ha asegurado que las medidas se tomarán «tan pronto sea posible» pero ha explicado que hay que esperar a que «los cauces dejen actuar», porque algunos superan aún los 1.500 metros cúbicos por segundo.
La ministra ha señalado que de momento no se puede saber todo lo que hay que indemnizar por lo que ha adelantado que el Real Decreto será «abierto». Así, lo primero será conocer de nuevo el Ebro, porque tras las grandes inundaciones cambia la morfología del río.
En todo caso, García Tejerina considera que «lo más importante» es hacer infraestructuras hidráulicas y ha insistido en que el Ministerio trabaja «a la máxima velocidad» para estas obras, como el recrecimiento de la presa de Yesa, el embalse de El Enciso y, en definitiva, «un montón de presas que estaban paralizadas y que son la mejor lucha para las avenidas», como la de Biscarrués y otras, que se paralizaron por «decisiones políticas».
«Hemos impulsado obras de regulación. Solo en Aragón hay 12 presas en construcción. Ahora tenemos decisión política y hacemos esfuerzo para hacer una gestión más eficiente», ha apostillado.
Entre las soluciones, la ministra se ha referido a la posibilidad de dragar el Ebro «pero no la única» y habrá que estudiar si se debe hacer por motivos de seguridad pública. A su juicio, es «importante» la limpieza y la protección, pero ha insistido en que lo que permite laminar las avenidas son las grandes infraestructuras.
Por otro lado, respecto a la gestión política de las inundaciones, la ministra ha defendido que el Gobierno «ha estado muy presente» en el territorio afectado por las avenidas y ha recordado que la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, acudió el 11 de febrero; este lunes, su homólogo del Interior y este martes ella misma.
Así, considera que las críticas del líder socialista Pedro Sánchez tenían el propósito de «amplificar el insulto» porque fue «a descalificar, no a arreglar nada» y desconoce si dejó «alguna solución». En contraposición, ha subrayado que Sáez de Santamaría fue el 11 de febrero pero «no dijo ningún taco y pasó más desapercibida».
En el marco de la política de agua, ha elogiado la solidaridad de la Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha, Murcia, Madrid y Extremadura, que se han puesto «unánimemente» de acuerdo en el trasvase del Tajo al Segura tras «una época triste en la que se usó el agua como campo de batalla». «Nosotros queremos que (el agua) sea una base de acuerdos. Requiere de mucho trabajo pero nosotros seguimos trabajando en muchas zonas de España para llegar a acuerdos», ha insistido.