El expresidente de la patronal madrileña CEIM, Arturo Fernández, aseguró en su declaración ante el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu que nadie se encargaba de la gestión de las 'tarjetas black' de Caja Madrid y Bankia. «Ocuparse, lo que se dice ocuparse, no se ocupaba nadie», señaló.
Así consta en la grabación de la declaración de Fernández en la que el fiscal Anticorrupción, Alejandro Luzón, pregunta al antiguo líder de los empresarios madrileños quién se encargaba de la gestión de los plásticos opacos a Hacienda.
«Creo que era una secretaria que no recuerdo porque tuve poco contacto y nunca pasé del límite. Yo hacía el gasto, al final del año me mandaban el certificado y ocuparse, lo que se dice ocuparse, no se ocupaba nadie porque como yo nunca me pasé del límite…«, afirmó.
Fernández, que gastó 37.300 euros con su tarjeta –10.500 de ellos en sus propios restaurantes–, también dijo que la tarjeta de Caja Madrid se la entregó el que era vicepresidente de la entidad, José Manuel Fernández Norniella, a través del secretario general del Consejo de Administración, y que no recordaba quién le dio la de Bankia.
«(Norniella) me dijo que era una tarjeta para gastos personales con un límite de 25.000 euros y que no tenía que justificar los gastos», explicó el empresario antes de concretar que le dijeron que podía «usarla en lo que quisiera». «No teníamos que traer los oportunos tickets de comprobación y para el tema fiscal, Caja Madrid se ocupaba de ello, como no podía ser de otra manera. Así lo entendí yo», agregó.
El compareciente llegó a calificar la 'visa black' de «transparente y sin ningún otro problema» y aseguró que siempre entendió que se trataba de «una tarjeta con todos los atributos de la legalidad que corresponde a una tarjeta de crédito con la fiscalidad correspondiente».
En un momento de la declaración el juez Andreu preguntó a Fernández si conocía los restaurantes Cantoblanco, de su propiedad, y por qué los eligió para realizar sus gastos. «Yo todas mis relaciones institucionales las hago en mis restaurantes porque son mis restaurantes y tengo muchos en Madrid y todos mis gastos los hago ahí… Después me pasan una cuenta a final de mes o de trimestre de mis gastos», dijo.
Su relato continúa así: «Me pasan la cuenta de mis gastos. Como tenía la tarjeta y era para gastos personales, hice la liquidación a final de año pero no sólo era en Cantoblanco, también en otros como La Nicolasa o La Plaza de los Delfines. Utilizaba mi tarjeta principalmente en mis restaurantes. Primero porque son más baratos y lo segundo porque son míos».
En ese punto el juez instructor le preguntó: «¿Y le redondeaban la cuenta, por lo que veo?». «No, eran entregas a cuenta y a final de año me hace la cuenta el departamento contable y me dicen: 'tienes un saldo a favor o un saldo en contra'», contestó Fernández.
Cuestionado por qué los cargos se ejecutaron a la una menos diez de la mañana, el expresidente de CEIM afirmó: «No tengo ni la menor… La que cierra la caja la haría, no le puedo contestar, no sabía yo que la habían hecho a la una menos diez de la noche… Sería nochebuena, lo harían para cerrar las cuentas, no le puedo contestar… Las cajas las cierran en los restaurantes cuando los cierran».