La Guardia Civil ha detenido a la fotoperiodista melillense Ángela Ríos después de ser interceptada por la Guardia Civil cuando se dirigía con su coche en dirección al Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de Melilla con cuatro inmigrantes que habían logrado pasar a Melilla tras un salto protagonizado este miércoles por unos 70 inmigrantes.
De estos, accedieron a la ciudad española cinco indocumentados –los cuatro del vehículo de Ángela Ríos y uno que resultó herido en una mano– y nueve seguían encaramados en lo alto de la alambrada siete horas después de producirse la avalancha.
Según han informado a Europa Press fuentes próximas a la fotoperiodista de distintas agencias y medios de comunicación nacionales e internacionales, Ángela Ríos recogió a los inmigrantes «cuando ya se encontraban en territorio nacional», dentro ya de Melilla, y, por tanto, «no favoreció» su acceso a la ciudad española.
Sin embargo, la Guardia Civil la ha detenido acusándola de «favorecimiento de la inmigración irregular», según ha detallado la Delegación del Gobierno en Melilla, por lo que permanece retenida en la Comandancia ya que afirma que «los cuatro inmigrantes se dieron a la fuga» en su turismo.
Este extremo ha sido negado por las fuentes próximas a la detenida, que han subrayado que Ángela Ríos se había convertido en estos últimos años «en una periodista incómoda» para la Guardia Civil porque «siempre está en la valla segundos después de los intentos de saltos» por su estrecha vinculación con organizaciones no gubernamentales que colaboran con los inmigrantes.
En este sentido han desmentido que estuvieran favoreciendo la inmigración clandestina y han resaltado que su único objetivo era «ayudar a estas personas» a llegar hasta el CETI «porque ya estaban dentro de España».
La Delegación del Gobierno en Melilla, en cambio, ha destacado que «cuando se la detiene ni se encontraba ejerciendo como periodista en la zona de seguridad próxima al salto, ni tampoco ella se identifica como tal, por lo que su detención no guarda ninguna relación con el ejercicio del derecho a la información».
La Delegación del Gobierno en Melilla ha informado de que tras varias semanas sin que se registrase ningún nuevo intento de salto masivo a la valla de Melilla, esta madrugada, sobre las 05.20 horas, el grupo de unos 70 subsaharianos ha logrado alcanzar el vallado, «aprovechando la espesa niebla que cubría en ese momento la ciudad y que ha impedido una mayor efectividad del sistema de alerta temprana aunque no así del amplio dispositivo de seguridad desplegado en la zona por la Guardia Civil, con unidades de su Comandancia en Melilla y de los ARS destinados al refuerzo fronterizo».
Una portavoz de la institución gubernamental ha indicado que el dispositivo de la Benemérita ha logrado frustrar el salto, sucedido por la zona comprendida entre el Cerro de la Palma Santa y el puesto fronterizo de Farhana, trecho donde «permanecen encaramados un grupo de nueve inmigrantes» siete horas después de producirse la avalancha.
Asimismo, ha admitido que «se presume que cinco inmigrantes han logrado no obstante acceder a Melilla»: uno, por presentar una herida en la mano derecha, por la que fue atendido por los servicios de Cruz Roja a requerimiento de la propia Guardia Civil; y cuatro más que, inmediatamente después de producirse el salto, «son avistados por miembros de la ARS cuando circulaban, en dirección al CETI, a bordo de un vehículo conducido por una mujer melillense», la fotoperiodista Ángela Ríos.
«Los inmigrantes finalmente escapan del vehículo y los agentes de la Guardia Civil sólo consiguen interceptar a la mujer que conducía el automóvil, que es trasladada a la Comandancia, en calidad de detenida, para la instrucción de diligencias como supuesta autora de un presunto delito de favorecimiento de la inmigración irregular» ha señalado la Delegación del Gobierno.
La portavoz gubernamental ha indicado que «se da la circunstancia de que la detenida es una fotoperiodista local que colabora con distintos medios de comunicación», si bien ha querido subrayar que «cuando se la detiene ni se encontraba ejerciendo como periodista en la zona de seguridad próxima al salto, ni tampoco ella se identifica como tal, por lo que su detención no guarda ninguna relación con el ejercicio del derecho a la información».
Fuentes próximas a la fotoperiodista, en cambio, han negado que favoreciera la inmigración irregular y que lo único que hizo fue llevarlos en su coche «pero cuando ya estaban dentro de Melilla».