El Ejército de Tierra defiende en un informe interno su «diligencia y ecuanimidad» tras la denuncia por acoso sexual de la capitán Zaida Cantera y por la que fue condenado a dos años y diez meses de prisión el teniente coronel Isidro José Lezcano-Mújica.
Dicho informe, al que ha tenido acceso Europa Press, fue colgado en la intranet del Ejército de Tierra durante el pasado fin de semana. «La actuación del Jefe del Estado Mayor del Ejército (JEME) en este caso, y en todos los casos», asegura a modo de resumen, «ha sido en todo momento la de averiguar con diligencia la verdad y actuar con ecuanimidad frente a todo personal a sus órdenes, ya fue la comandante Cantera o lo militares que se vieron citados por ella».
El documento recoge la cronología de hechos relacionados con Zaida Cantera en lo relativo con el acoso sexual que sufrió cuando estaba destinada en Marines (Valencia), unos hechos juzgados en marzo de 2012 y que se saldaron con la condena de su superior Lezcano-Mújica.
Asimismo, se hace mención al destino de Cantera en Sevilla, donde presentó una denuncia contra sus tres superiores jerárquicos en septiembre de 2012 «por la no concesión de un permiso en ese verano, la prohibición de hacer declaraciones de uniforme, el control de bajas médicas y la evaluación extraordinaria».
Se trata de hechos juzgados por el Cuerpo Jurídico Militar que, según el informe, entendió que «no existían delito ni falta». Tampoco se encontraron delitos ni falta, en esta ocasión en sede judicial, ante las denuncias de la militar por el ascenso a comandante dentro de la escala de oficiales del Ejército de Tierra.
En el informe, finalmente, se recoge las gestiones del JEME con la diputada de UPyD Irene Lozano, a quien dice que se le ofreció «toda la información disponible» sobre Zaida Cantera «a la vista de las numerosas inexactitudes que reflejaba la figura de control parlamentario» de este grupo.
De esa información se deduce, según el Ejército de Tierra, que «sí se había investigado en profundidad las denuncias de la entonces capitán sobre sus mandos en el REWE 32″, es decir, durante su destino en Sevilla, y que, además, «el proceso se había iniciado solo tres días después de recibirse sus partes».