Un compañero de Andreas Lubitz asegura que el copiloto que estrelló voluntariamente el avión en los Alpes franceses era mentalmente inestable, según publica el periódico alemán Passau Neue Presse. «Es un monstruo, que quería ser piloto, pero es mentalmente inestable», aseguró el informante.
Asegura que Andreas Lubitz era un auténtico “fanático” de los aviones. Su único objetivo desde primaria había sido volar. Asegura que tenía su habitación empapelada con emblemas de Lufthansa, aviones antiguos y todo tipo de motivos relacionados con la aviación.
Este compañero asegura que muchos de los conocidos del joven comenzaron a apartarse de él durante la formación: “Por eso interrumpió su formación”. Aunque finalmente la reanudó pasando el examen.