El hijo mayor del expresidente de la Generalitat, Jordi Pujol Ferrusola, ha justificado la multiplicación de la fortuna familiar por tener el dinero invertido en «láminas financieras de titularidad opaca», con lo que consiguieron que los fondos pasaran de 140 millones de pesetas en 1980 a ocho millones de euros en el 2000, han explicado fuentes judiciales.
En su declaración como imputado ante la titular del Juzgado de Instrucción 31 de Barcelona, Beatriz Balfagón, el primogénito ha asegurado que, al vencimiento de estos productos financieros, repartió el dinero a partes iguales entre los siete hermanos y su madre, Marta Ferrusola. Eran láminas –bonos al portador sin necesidad de acreditar al titular– de Austria, Alemania, Finlandia, Estados Unidos y España.
No ha explicado por qué esos fondos se multiplicaron exponencialmente hasta el 2000 — el fiscal ha considerado «escandaloso» el rendimiento durante sus preguntas–, y luego, sin embargo, dejaron de dar esa rentabilidad. Sí ha asegurado que el padre, el expresidente Jordi Pujol, se mantuvo siempre al margen de la gestión de estos fondos y desconocía cómo se hizo.
Durante el interrogatorio, ni la juez ni el fiscal le han preguntado directamente si la fortuna se había hecho gracias al cobro de comisiones ilegales por los años de Govern de su padre.
El hijo mayor se ha desvinculado del origen de los fondos y del diseño financiero para conseguir rentabilidad, y ha dado por hecho que se encargó de esto alguno de los gestores anteriores: Delfí Mateu y Joaquim Pujol –de éste, primo de su padre, ha asegurado que sólo le vio en un par de fiestas–. Ha dicho también que no fueron estos gestores quienes le informaron de la existencia de estas láminas, sino que únicamente recibió una llamada del banco avisándole –los bancos en los que estaban estos fondos eran Banca Reig y Banc Agrícol, que luego se fusionaron y se convirtieron en AndBank–.
Ha detallado que él gestionó las cuentas desde 1990 hasta 1992, momento en que la fortuna había alcanzado ya los 3 millones de euros. Este dinero lo fue repartiendo a partir de entonces entre las cuentas de cada hermano y la madre, en las que él se limitó a ingresar los fondos una vez vencían estos productos financieros, los últimos en el 2000. También ha negado saber cuántas láminas había y qué fondos tenía cada una, y no se considera gestor de este patrimonio sino el repartidor.
Al preguntársele si tiene documentación que acredite estos pagos, ha dicho que no puede proporcionarla y que sólo los apuntaba en un papel que guardaba en un armario del mismo banco.
Durante el interrogatorio se ha negado a hablar de sus cuentas, saldos y cuestiones tributarias y fiscales relacionadas con su actividad económica, han explicado fuentes judiciales.
Petición de imputación
En cuanto a la versión familiar de que el origen de esa fortuna es un legado del padre del expresidente, Florenci Pujol, y de que hay un manuscrito en poder de su madre que así lo refleja, ha dicho que nunca ha visto este papel.
Durante su interrogatorio de unas dos horas, ha contestado las preguntas de la juez y del fiscal, pero se ha negado a hacerlo a la acusación popular, ejercida por Manos Limpias. Esta asociación ha pedido este jueves en un escrito la imputación del Banco de Madrid y sus representantes legales por supuestos «colaboradores», ha explicado la abogada del sindicato Virginia López Negrete.