El número de afiliados de Ciudadanos (C's) ha crecido un 33 por ciento entre el 1 de marzo, cuando eran unos 15.000, y el viernes pasado, cuando superaron el umbral de los 20.000, en parte como consecuencia de la incorporación de antiguos militantes de otros partidos, principalmente de Unión, Progreso y Democracia (UPyD) y del PP.
El pasado 1 de marzo, la última vez que se cerró el censo del partido presidido por Albert Rivera, los datos mostraban que 12.000 de los 15.000 afiliados no procedían de ningún partido, y que otros 1.200 militaron anteriormente en UPyD, unos 1.000 en el PP, 300 en el PSOE y 800 en formaciones regionales y locales. El secretario de Organización de C's, Fran Hervías, anunció el viernes en su cuenta de Twitter que ya son más de 20.000 y proclamó que «la tercera vía en España se llama Ciudadanos».
En declaraciones a Europa Press, Hervías ha indicado que los mayores repuntes en la cifra de afiliados se produjeron a finales de 2013, tras la presentación de Movimiento Ciudadano –la plataforma con la que Rivera se abrió a la política nacional–, después de las elecciones europeas del pasado 25 de mayo y durante esta última semana tras las autonómicas de Andalucía.
Según ha señalado, el repunte más fuerte es el de esta semana, marcada por unos resultados electorales que dan a C's una importante entrada en el Parlamento andaluz y que dejan a UPyD fuera y habiendo perdido votos, con la consiguiente crisis en la formación magenta. A falta de datos sobre cuántos de los nuevos afiliados de esta semana provienen de UPyD, Hervías ha afirmado que hay «agrupaciones enteras» se han pasado a C's.
Coincidiendo con la celebración de la reunión del Consejo Político de UPyD, en la que han quedado patentes las divisiones internas y se ha descartado cualquier alianza electoral con C's, Hervías publicó el sábado un mensaje en Twitter en el que lamentaba que «algunos sigan empeñados en poner barreras al mar». «Los que pensamos igual tarde o temprano acabaremos sumando en el mismo proyecto», ha añadido.
Distribución geográfica
En cuanto a la penetración de Ciudadanos en las distintas comunidades autónomas, Hervías ha afirmado que tienen fuerza en toda España y que geográficamente el número de militantes está equilibrado. No obstante, ha indicado que son especialmente numerosos en Madrid (3.000), Comunidad Valenciana (2.600), Andalucía (2.500) y Cataluña (2.300) y que políticamente ven más difícil penetrar en Galicia y Navarra «por el perfil de los votantes».
De cara a las elecciones municipales y autonómicas del 24 de mayo, Madrid, Barcelona, Valencia, Murcia y Andalucía son «lugares estratégicos» para C's y por eso se encuentran entre los sitios donde Albert Rivera participará en actos de campaña, según ha adelantado el secretario de Organización.
Por otro lado, Hervías se ha referido a las recientes declaraciones de las candidatas del PP a la Alcaldía de Madrid y a la Presidencia de la Comunidad, Esperanza Aguirre y Cristina Cifuentes, en las que elogiaron a Rivera y admitieron que les gustaría que estuviera en su partido. «A todos los equipos les gustaría fichar a Cristiano Ronaldo o a Messi», ha comentado.
Sin embargo, ha subrayado que «el proyecto de Ciudadanos en absoluto representa el del PP», aunque admite que coinciden, por ejemplo, en su defensa de la unidad de España y su postura frente al terrorismo. A su entender, el PP se diferencia de C's en que es un partido «conservador» que tiene otra visión de la política económica y no comparte una serie de medidas sociales y de lucha contra la corrupción.
El hecho de que ahora algunos dirigentes 'populares' halaguen a Rivera y a su partido en vez de lanzar críticas, como venía ocurriendo hasta hace poco tiempo, Hervías lo atribuye a que se han dado cuenta de que «los ataques no funcionan» –Ciudadanos sigue obteniendo buenos resultados en las encuestas electorales– y en este momento no saben qué estrategia seguir.
En cualquier caso, ha descartado que Rivera pudiera plantearse formar parte del PP y, sobre posibles pactos postelectorales, ha recalcado que Ciudadanos no va a entrar en ningún gobierno que no presida. Además, ha advertido de que no se van a sentar a negociar con partidos que «tienen la corrupción instalada en sus filas».