La crisis venezolana se podría internacionalizar definitivamente con la incorporación del expresidente del Gobierno, Felipe González, como «consultor técnico» de la defensa del opositor Leopoldo López. Los abogados del exalcalde de Chacao tienen previsto comunicar la decisión en las próximas horas a la juez 28 de Juicio de Caracas, Susana Barreiros, que si no pone trabas sería la primera vez que un exmandatario extranjero participa en un proceso penal en Venezuela.
El Gobierno de Nicolás Maduro no quiere que Felipe González participe en el proceso y ha cuestionado que pueda defender a los opositores al ejecutivo venezolano, Leopoldo López y Antonio Ledezma, sin estar reglamentado y sin los requisitos legales necesarios para ejercer una profesión en otro país. Diputados chavistas le acusan de pretender erigirse en un «suprajuez» en Venezuela cuando, en realidad, está defendiendo «la corrupción, la violencia y el terrorismo de Estado» que ha sufrido el país sudamericano.
El exmandatario español se ofreció a defender a los opositores venezolanos a petición de sus familias y que la figura jurídica prevista con la que se comprometió es la asistencia técnico jurídica a los equipos de la defensa de ambos presos.
A finales de la década de los 70, Felipe González viajó a Chile e intercedió ante la dictadura del general Augusto Pinochet a favor de dos presos políticos, quienes terminaron siendo liberados.
La incorporación de González al equipo técnico jurídico de la defensa de los opositores presos llegaría escasamente unas semanas después de que Gas Natural anunciara que el expresidente no va a renovar su cargo como consejero en la próxima junta general de accionistas, tras cuatro años como vocal de la compañía. Su salida se produce tras haber culminado, después de la junta de accionistas del año pasado, su mandato como vocal.